Sigo dándole vueltas a la jornada en la Universitat Catalana d'Estiu sobre la lengua en el futuro Estado catalán.
Ahí (véase el minuto 28) se defiende tranquilamente que el
objetivo es que la única lengua que conozca todo el mundo sea el catalán.
Estremecedor. Ya no se trata de defender que todo el mundo conozca el catalán, sino que no se conozcan otras lenguas o, al menos, que no todo el mundo las conozca.
No debería sorprendernos, no es nuevo. Ya lo estamos viviendo, pues es evidente que el sistema educativo que defienden los nacionalistas no tiene como objeto que todos sepan catalán y castellano. Su
función es la construcción nacional, tal como intentaba mostrar hace un tiempo y tan solo garantiza que todos sepan catalán, pero no castellano, que queda
reducido a dos horas de clase y a lo que puedan hacer las familias. Es claro que
con el denominado sistema de inmersión quienes viven en un entorno
catalanoparlante será difícil que lleguen a dominar con soltura el castellano;
y quienes vivan en un entorno castellanoparlante tendrán dificultades para
manejar ciertos registros cultos del idioma.
Así pues, los separatistas cada vez
tienen menos reparos en hacer explícito lo que orienta sus políticas, y llamo
la atención sobre eso de que el objetivo es que el catalán sea la única lengua
conocida "por todo el mundo".
Este "por todo el mundo" es
significativo. Se da por sentado que en Cataluña habrá quien sepa catalán y
otras lenguas, pero no será todo el mundo, serán solamente algunos.
Se hace explícito que se desea una
sociedad en la que algunos solamente conocerán el catalán, mientras otros
tendrán acceso, además, a otras lenguas.
Y de nuevo aquí la situación que vivimos
ahora prefigura esa Cataluña futura. Igual que la inmersión avanza esa Cataluña
en la que solamente el catalán será conocido por todos, el sistema educativo
privado que ofrece educación plurilingüe y al que recurren tantos nacionalistas
para sus hijos adelanta de dónde saldrán esos que en Cataluña no limitarán sus
conocimientos de idiomas al catalán. Véase, por ejemplo el proyecto lingüístico de la Escuela Aula, donde se destaca que desde los tres a los seis años se dará prioridad a la lengua materna y en los siguientes cursos se impartirán materias en castellano, inglés y francés. Vamos, el modelo que cuando se propone para el conjunto de la sociedad es tildado de "caduco".
Y todo esto es aplaudido con la orejas
por la presunta izquierda.
Tiemblo al imaginar lo que dirá la
historia de estos años y de cómo algunos fueron tan estúpidos como para hacer
de tontos útiles de un planteamiento tan perverso.
Lo perverso es que para asegurar que perviva el catalán deben crearle un Estado. Incluso han puesto ejemplos de lenguas de los Balcanes... Todo se mueve en torno a la lengua, poderosa Diosa con más "derechos" que todos los ciudadanos de Cataluña, a los que no deja elegir algo diferente para que ella reine. ¡Surrealista!
ResponderEliminarLos seres humanos hablan para entenderse ," lo otro " , lo cultural , lo de la tierra esta muy bien , pero para el que quiera , nada de obligaciones y menos con coste económico , a otros les gusta tocar el piano , o bailar un tango , o ir aun gimnasio , muy bien pero que lo paguen con su dinero
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