Ayer criticaba que la Ley del Cine aprobada por el Parlament prohiba la distribución en Cataluña de DVDs que no tengan el audio en catalán si la película ha sido distribuida en cines doblada o subtitulada. No me metía con la obligación misma de que se doblen o subtitulen al catalán al menos la mitad de las copias de las películas que se proyecten en los cines de Cataluña porque, aunque no estoy de acuerdo con la obligación, me parece que no es una piedra de escándalo tan grande como la que resulta de la imposibilidad de adquirir en Cataluña películas que no tengan la opción de audio en catalán (con ciertos matices en los que aquí no entraré).
Sucede, sin embargo, que no hay situación por mala que sea que no sea susceptible de tener elementos positivos. Puede parecer cínico o cruel; pero es así. En este caso ya tenemos la primera buena noticia que se deriva de la Ley recientemente aprobada: las distribuidoras advierten de que en el próximo año las películas que se estrenen en Cataluña lo serán en versión original, sin doblaje y sin subtítulos. Puede parecer un boicot o una amenaza, pero tiene cierto sentido. Hace ya un tiempo que las productoras sacan más dinero de la venta de DVDs que de las entradas de cine y, de acuerdo con la Ley del Cine aprobada, no hay ninguna limitación en la distribución de DVDs de películas que hubieran sido proyectadas en Cataluña en versión original pura y dura; esto es, sin subtítulos. De esta forma, si una película se proyecta en versión original, luego el DVD no precisa del menú de audio en catalán.
En otros países la proyección de películas en versión original sin subtítulos no es ninguna rareza. Cuando se estrenó "La Delgada Línea Roja", una de mis películas favoritas, estaba en Alemania y allí la vi en versión original sin subtítulos; y era una sala normal en un centro comercial normal, con público de lo más normal. Si se extiende la costumbre de ver las películas en versión original nuestro nivel de inglés aumentará, sin duda; y a mi me parece que el aumento del nivel de inglés de los catalanes sí que es un objetivo de primer orden para el desarrollo del país. Probablemente es una consecuencia no deseada de la Ley; pero, como decía, no hay mal que por bien no venga.
Vi en las noticias este asunto. Creo que en vez de abonar al sano entretenimiento, y aùn relatiavamente econòmico, se ponen de acuerdo para echarle a perder la vida ...y el trabajo...a mas de uno
ResponderEliminarabrazos