Hace ahora algo más de dos años escribí que había nacido una estrella, comentando la primera victoria de Vettel en la Fórmula 1, en el circuito de Monza. Han bastado dos años para que se confirmara la progresión de Vettel, porque un piloto que gana el campeonato del Mundo ya forma parte de la historia del deporte del motor. Si, además, es el piloto más joven en lograrlo está claro que podemos decir, recurriendo al tópico, que entra en la leyenda. Vettel ya ha pasado a ingresar en el club de los campeones, de los que en activo contamos con Schumacher, Alonso, Hamilton, Button y, ahora, Vettel.
Vettel ha ganado, además, el mejor campeonato que yo recuerdo, con cuatro pilotos con opciones en la última carrera. Es cierto que tiene el mejor coche; pero hay que hacerlo llegar a la meta y sobreponerse a errores (propios y ajenos), mala suerte y fallos mecánicos. En cualquier caso, al final de la temporada, como dice Alonso, la buena y mala suerte se compensa, por lo que no debe haber reservas sobre que el campeón es el mejor piloto de la temporada; al menos de los que tienen los mejores coches. Existen pilotos que, por conducir monoplazas con menos prestaciones no tienen opciones de ganar (y aquí yo incluiría este año a Kubica y a Rosberg, pilotos que, creo, estarían claramente luchando por el campeonato si sus vehículos tuvieran mejores prestaciones) pero también es cierto que parte del talento del piloto tiene que emplearse en buscar los mejores coches y subirse en ellos en el momento en el que es más factible que opten a ganar el campeonato.
Así pues, chapeau por Vettel. Me alegro de que haya tenido continuidad aquella victoria en Monza sobre el agua que tanto me impresionó en su momento.
La cruz de la jornada ha sido para Alonso, que llegaba en inmejorables condiciones para hacerse con el campeonato, y se quedó sin ninguna posibilidad cuando paró en la vuelta 15. A toro pasado parece un error grueso el que cometió Ferrari al hacer parar tan pronto a su piloto ¿por qué lo hicieron? No acabo de entenderlo. Es cierto que Webber había parado en la vuelta 11; pero en la 15 ya se había visto que estaba metido en medio del tráfico y que tenía por delante una carrera bastante complicada. Cuando Massa paró en la 13 se pudo comprobar que parar tan pronto te mandaba muy atrás, por detrás de pilotos que habían hecho su parada ya en la vuelta 1 aprovechándose del safety car. En esas condiciones hacer parar a Alonso suponía un riesgo (tal como se comprobó al final).
Talmente pareciera que Ferrari hubiera caído en una trampa hábilmente tendida por Red Bull. El ritmo por delante cae, se amaga con una degradación de los neumáticos y cuando Webber, Massa y Alonso han entrado los neumáticos blandos vuelven a ser consistentes. Los pilotos que han parado están en mitad del pelotón y los de delante se escapan. Claro está que también hay que contar con que efectivamente la degradación en Ferrari fuera más alta que en los otros equipos (al revés de lo que ha pasado toda la temporada). Si es así no hay más remedio que parar, tal como se hizo. En fin, supongo que en los próximos días tendremos más datos.
En cualquier caso, la imagen que ha dado Ferrari es muy negativa. Salían tercero (Alonso) y sexto (Massa) y acabaron séptimo y décimo, sin que Massa pudiera superar el Toro Rosso de Jaime Alguersuari y con Alonso penando tras el Renault de Vitaly Petrov. Ese resultado sin que haya habido accidentes, salidas de pista o errores de pilotaje, es consecuencia directa de una estrategia errada y, claro, cuando te estás jugando el campeonato del Mundo equivocarse de estrategia de una forma tan grave tiene delito.
En fin, lo que nos quita nadie es haber disfrutado de una temporada apasionante, de un campeonato disputado, divertido, emocionante. Ojalá el del año que viene sea, al menos, tan bueno.
Vettel ha ganado, además, el mejor campeonato que yo recuerdo, con cuatro pilotos con opciones en la última carrera. Es cierto que tiene el mejor coche; pero hay que hacerlo llegar a la meta y sobreponerse a errores (propios y ajenos), mala suerte y fallos mecánicos. En cualquier caso, al final de la temporada, como dice Alonso, la buena y mala suerte se compensa, por lo que no debe haber reservas sobre que el campeón es el mejor piloto de la temporada; al menos de los que tienen los mejores coches. Existen pilotos que, por conducir monoplazas con menos prestaciones no tienen opciones de ganar (y aquí yo incluiría este año a Kubica y a Rosberg, pilotos que, creo, estarían claramente luchando por el campeonato si sus vehículos tuvieran mejores prestaciones) pero también es cierto que parte del talento del piloto tiene que emplearse en buscar los mejores coches y subirse en ellos en el momento en el que es más factible que opten a ganar el campeonato.
Así pues, chapeau por Vettel. Me alegro de que haya tenido continuidad aquella victoria en Monza sobre el agua que tanto me impresionó en su momento.
La cruz de la jornada ha sido para Alonso, que llegaba en inmejorables condiciones para hacerse con el campeonato, y se quedó sin ninguna posibilidad cuando paró en la vuelta 15. A toro pasado parece un error grueso el que cometió Ferrari al hacer parar tan pronto a su piloto ¿por qué lo hicieron? No acabo de entenderlo. Es cierto que Webber había parado en la vuelta 11; pero en la 15 ya se había visto que estaba metido en medio del tráfico y que tenía por delante una carrera bastante complicada. Cuando Massa paró en la 13 se pudo comprobar que parar tan pronto te mandaba muy atrás, por detrás de pilotos que habían hecho su parada ya en la vuelta 1 aprovechándose del safety car. En esas condiciones hacer parar a Alonso suponía un riesgo (tal como se comprobó al final).
Talmente pareciera que Ferrari hubiera caído en una trampa hábilmente tendida por Red Bull. El ritmo por delante cae, se amaga con una degradación de los neumáticos y cuando Webber, Massa y Alonso han entrado los neumáticos blandos vuelven a ser consistentes. Los pilotos que han parado están en mitad del pelotón y los de delante se escapan. Claro está que también hay que contar con que efectivamente la degradación en Ferrari fuera más alta que en los otros equipos (al revés de lo que ha pasado toda la temporada). Si es así no hay más remedio que parar, tal como se hizo. En fin, supongo que en los próximos días tendremos más datos.
En cualquier caso, la imagen que ha dado Ferrari es muy negativa. Salían tercero (Alonso) y sexto (Massa) y acabaron séptimo y décimo, sin que Massa pudiera superar el Toro Rosso de Jaime Alguersuari y con Alonso penando tras el Renault de Vitaly Petrov. Ese resultado sin que haya habido accidentes, salidas de pista o errores de pilotaje, es consecuencia directa de una estrategia errada y, claro, cuando te estás jugando el campeonato del Mundo equivocarse de estrategia de una forma tan grave tiene delito.
En fin, lo que nos quita nadie es haber disfrutado de una temporada apasionante, de un campeonato disputado, divertido, emocionante. Ojalá el del año que viene sea, al menos, tan bueno.
Si ya lo dice el refrán "No se peude echar el carro antes que los bueyes"
ResponderEliminarMagnifico post y eso que a mi esto de las carreras de coches, me lo trae al pairo
Besos
nela
Creo que después de recibir la F1 tantas críticas el año pasado, sobre todo se le acusó de "deporte aburrido dónde nunca sucede nada", ha ganado el espectáculo. Vettel es un gran campeón, lo siento por Alonso, ha sido muy decepcionante, pero ha habido competición limpia.
ResponderEliminarHola Nela, gracias por la valoración. Y ciertamente, no se puede echar el carro antes que los bueyes ni vender la piel del oso antes de cazarlo. Los de Ferrari pensaban que estaba hecho y vaya porrazo que se han dado.
ResponderEliminarBesos.
Hola Josep, estoy de acuerdo contigo. Esta es la mejor temporada de Fórmula 1 que he visto en mi vida; así que bienvenida sea, aunque haya tenido un final tan triste para mi ídolo deportivo. ¡Qué le vamos a hacer! Saludos.
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