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viernes, 22 de marzo de 2019

Brexit y elecciones europeas

Tengo que comenzar diciendo que me equivoqué: desde hace tres años vengo escribiendo (y diciendo) que no habría una prórroga del plazo fijado en el art. 50 del TUE para la salida de un estado miembro que notifica su voluntad de abandonar la Unión y, sin embargo, finalmente, sí habrá una prórroga, tal como acaban de acordar el RU y el Consejo Europeo de los 27 (los estados miembros excepto el RU).


¿Cuáles son las perspectivas que se abren ahora?
Lo primero es que el 29 de marzo ha sido trasladado al 12 de abril. Esto es, la salida ya no será el 29 de marzo (Theresa May había anunciado, hace más de un año, que esa sería la fecha en la que el RU dejaría de ser un Estado miembro de la UE y es la fecha que se corresponde con los dos años desde la notificación de la voluntad de salida), sino el 12 de abril. Ahora bien, si antes del 12 de abril el Parlamento Británico ratifica el Acuerdo de Salida alcanzado en noviembre de 2018 junto con las salvaguardas pactadas hace unos días, entonces la fecha de salida se retrasará hasta el 22 de mayo a fin de tener tiempo para las formalidades necesarias para la aprobación de los instrumentos (las instituciones europeas aún no han aprobado las salvaguardas pactadas en marzo, por ejemplo).
¿Qué pasa si el Acuerdo de Salida no es ratificado por el Parlamento Británico?
En ese caso, sin esa aprobación y si no se hace nada más el 12 de abril el RU pasará a ser un estado tercero. Ahora bien, también es posible entonces que el RU solicite otra prórroga del art. 50, pero en este caso ya debería ser una prórroga larga (se habla de un mínimo de nueve meses), lo que implicaría que el RU debería participar en las elecciones al Parlamento Europeo del mes de mayo.
Y este es un punto relevante, no solamente desde la perspectiva de las instituciones, sino desde la perspectiva política.
Si el RU participa en las elecciones europeas éstas acabarían convirtiéndose en un nuevo referéndum sobre la permanencia del país en la UE. Las elecciones volverían a enfrentar a quienes desean la salida con quienes prefieren mantenerse en la UE. Un debate que, además, se complicaría con la consideración de un segundo referéndum, el carácter vinculante del primero o la valoración del acuerdo de salida pactado en noviembre. Tal como ha adelantado May, unas elecciones europeas en mayo en el RU pondrían el país de patas arriba y, en función de su resultado, el Brexit podría resultar imposible. Así en el caso de que el triunfo en esas elecciones fuera para los partidarios de quedarse.



Es por eso que los "Brexiters" no desean que se dé esa circunstancia. Ahora bien para eludirla tan solo tienen dos opciones: o bien aprueban el Acuerdo de Salida al que se llegó en noviembre o bien se enfrentan a un Brexit sin acuerdo. La UE ha ido cerrando las posibilidades hasta el punto de que ahora es claro que tan solo quedan estas dos.
Por otra parte, el planteamiento europeo diluye la posibilidad de que se le achaque la responsabilidad de un Brexit sin acuerdo: es el RU el que ha de decidir qué hacer y el Brexit sin acuerdo es tan solo una posibilidad entre cuatro (aprobación del acuerdo de salida, solicitud de prórroga larga, revocación de la notificación de salida o Brexit sin acuerdo).
Creo que la responsabilidad de la UE está compensando en cierta forma el circo en el que se ha convertido la política británica.



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