El próximo jueves, 11 de abril, tendrá lugar el acto "Ante los nacionalismos y populismos, ¡Europa!", organizado por S'ha acabat! y que se desarrollará en la Sala Teatro de la UAB.
Agradezco que S'ha acabat! me haya invitado a participar en este acto. Europa es una de mis obsesiones y he escrito varias entradas sobre la necesidad de profundizar en la construcción europea (pueden leerse aquí). Además, me permite compartir mesa con dos personas a las que admiro. Por una parte, Alejandro Fernández, actualmente presidente del PPC; un tarraconense de claras convicciones y un parlamentario brillante, con muchas e incisivas intervenciones que defiende con nitidez la democracia y nuestro marco de convivencia. Desafío a cualquiera a que encuentre en cualquiera de sus intervenciones o publicaciones ninguna afirmación o idea que no sea escrupulosamente democrática.
Y junto con Alejandro Fernández, Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada y una activista en favor de la paz, la democracia, los derechos fundamentales y contra el terrorismo con una trayectoria consagrada. Una de las fundadoras de la plataforma ¡Basta Ya!, que recibió en el año 2000 el premio Sajarov, que concede el Parlamento Europeo. Su hermano fue asesinado por ETA y ella ha sufrido personalmente el acoso y la amenaza terrorista.
Se trata de un acto que tiene pleno sentido en cualquier lugar y más en una Universidad. Europa es nuestra oportunidad, nuestro presente y nuestro futuro, y los populismos amenazan hoy esa construcción europea que ya ha superado el medio siglo, que ha conseguido tantos éxitos pero que, a la vez, está sometida a tantos peligros.
Como es habitual en este tipo de casos, los organizadores del acto montaron una carpa informativa dos días antes de éste, el 9 de abril, muy cerca de donde se desarrollará, en la Plaza Cívica de la UAB con el fin de repartir información sobre el mismo y animar a la asistencia. La carpa estaba programada desde las 11:00 hasta las 14:00 horas.
Pasaba por la Plaza Cívica poco después de las 11:00 y me acerqué a saludar a quienes estaban en la carpa. Dada la experiencia de otras ocasiones (aquí y aquí) les pregunté si pensaban que habría problemas. Me señalaron a un grupo cerca de la carpa que se había concentrado parece ser que para boicotear su acto. No eran muchos y en aquel momento no daban señales de agresividad alguna, así que les dije que confiaba en que no pasara nada, les pedí que me avisaran si había incidentes y me fue al despacho.
Poco antes de las doce y media recibía un mensaje que decía "Rafa, ven". Me dirigí a la Plaza Cívica. La situación había cambiado.
El grupo que protestaba por la presencia de la carpa de S'ha acabat! se había compactado y se acercaba a la carpa. Parecía que, como en otras ocasiones, querían impedir la actividad y, si podían, desmontar la carpa. Había personal de seguridad de la UAB cerca. Desde hacía rato se les había pedido que alejaran a quienes se oponían a la presencia de la carpa; pero la responsable de dinamización por parte de la UAB dijo que no entrarían en la ocupación del espacio público; o sea, que no harían nada para impedir que los que protestaban se acercara a la carpa.
Y esto es lo que hacían. Paso a paso, lentamente, pero sin pausa la línea de los opositores se acercaba a la carpa. Los jóvenes de S'ha acabat! se colocaron delante de la carpa para impedir de esta forma que siguieran acercándose. Utilizando una técnica que ya habíamos visto en otras ocasiones los boicoteadores desplegaron una pancarta que cubría la primera fila de su grupo y continuaron avanzando.
Se llegó al contacto físico. Jóvenes de S'ha acabat! y el grupo que avanzaba hacia la carpa se enzarzaron. Intenté separarlos y solo entonces se acercó el personal de seguridad para interponerse entre quienes avanzaban y la carpa.
Pero el personal de seguridad no impedía que avanzaran. Siguieron empujando hasta llegar a la misma carpa.
En ese momento ya se intentaba evitar que desmontaran la carpa. Intentaron pegar su pancarta a la carpa, pero lo impedimos. Hubo zarandeos, escupitajos, manotazos y empujones para intentar llegar hasta los palos que sostenían la carpa. En un momento dado intentaron quitar una de las banderas que ondeaban en la carpa y se forcejeó por recuperarla. Material que se estaba repartiendo fue arrebatado y los insultos se hicieron constantes.
Dentro de la carpa optamos por seguir con la música y aguantar. Durante media hora sonaron una y otra vez
Libertad, libertad de Jarcha
Canto a la libertad de Labordeta
La Balada de Sacco y Vanzetti de Joan Baez
Bella Ciao
Mediterráneo de Joan Manel Serrat
Hoy puede ser un gran día, también de Serrat
El derecho a vivir en paz de Víctor Jara
España, camisa blanca de Ana Belén
y el Himno de Riego
Llama la atención la indignación con la que recibieron esta última pieza. Creo que no sabían de qué se trataba.
El caso es que durante más de media hora tuvimos que aguantar la tensión del acoso, evitar que llegaran a la carpa y la desmontaran, forcejear, soportar insultos y, en definitiva, vernos privados de nuestro derecho a expresar libremente nuestras opiniones.
En todo ese tiempo tan solo contamos con la protección del personal de seguridad de la UAB, que no fue capaz de mantener alejados de la carpa a quienes la acosaban. Pese a que se pidió la presencia de la policía, los Mossos d'Esquadra no acudieron, pese a que se llamó reiteradamente al 112. A nuestro conocimiento tampoco la UAB requirió su presencia o la autorizó.
Y se estaban cometiendo delitos. Al menos el previsto en el art. 514.4 del Código Penal,
quizás un delito de coacciones del art. 172 del Código Penal.
O un incluso el delito de odio recogido en el art. 510 del Código Penal
¿Cómo es posible que ante una situación como ésta ningún policía aparezca? ¿Cómo es posible que se permita esta limitación de la libertad de expresión, este acoso, esta humillación sin que nadie actúe?
Solo hay una explicación: quienes se oponen al nacionalismo carecen de derechos en Cataluña. Me contaban los jóvenes de S'ha acabat! que unos días antes, cuando estaban pegando carteles del acto del día 11 en la UAB la seguridad de la Universidad procedió a identificarlos y llamó a la policía para que interviniera, policía que acudió de inmediato.
Cuando se pegan carteles -como tantos otros que hay en la UAB- se actúa de inmediato y se llama a la policía. Cuando esos mismos jóvenes son acosados, empujados, agredidos e insultados la policía no aparece.
Es grave, muy grave; y es por eso que es tan importante que la voz de S'ha acabat! se mantenga.
Si alguna duda pudiera haber sobre la necesidad del acto del jueves y de la carpa de hoy lo sucedido las ha disipado: tenemos que estar ahí precisamente porque molesta, porque molesta hasta el punto de que se han cruzado todas las líneas admisibles en un Estado de Derecho para impedir que el mensaje de quienes se oponen al nacionalismo sea escuchado en la Universidad.
Y es necesario porque es preciso que todos despierten, incluida la comunidad universitaria.
Muy poca solidaridad he visto en estos años incluso entre mis mismos compañeros. La democracia se defiende cuando está en peligro, cuando están siendo vulnerados los derechos de todos, cuando se priva a algunos de la posibilidad de expresarse y cuando otros tienen bula para ocupar lo que es de todos con su ideología.
Ante esto la reacción es tibia o inexistente. El régimen nacionalista impone, por lo que se ve. Así que pido a todos los que aún crean en eso que se llama democracia que alcen la voz y no dejen que ante sus propios ojos se laminen los derechos de otros. Compartan o no la crítica al nacionalismo de S'ha acabat! todo demócrata debería revolverse ante las prácticas totalitarias que se practican contra ellos.
Si al final perdemos la democracia que nadie nos pueda echar en cara que no hicimos todo lo que pudimos para defenderla.
Genial como siempre Rafa!
ResponderEliminar- Yeray Mellado