Perdóneseme la autocomplacencia; pero de una de las entradas de este blog de las que estoy más satisfecho es de la titulada España sí se rompe, publicada hace ya dos años y medio. Mi tesis era la de que vivíamos un proceso estructural de descomposición del Estado que no tenía marcha atrás. Entonces todavía se consideraba esta afirmación como una mera exageración interesada de la Derecha (así, con mayúscula) falta de rigor y propia de alarmistas con escaso conocimiento de la realidad.
Dos años y medio después, y, al menos, desde Cataluña no creo que pueda negarse seriamente que la independencia de Cataluña está mucho más cerca de lo que pensaba la mayoría entonces, hace tan sólo algo más de dos años. Tras las convulsiones de los últimos meses un apretado resumen sería que en relación a este tema la posición del PSC es bastante parecida a la que tenía CiU hace diez años; CiU tiene una posición cercana a la de ERC de hace unos lustros, y ERC está en la fase de poner fecha a la independencia (ya se habla del 2014), acuciada por los grupos que están naciendo y que reclaman ya, directamente, que el Parlamenteo de Catalunya realice una declaración unilateral de independencia estilo Kosovo. En este contexto, la llamada del presidente Montilla a la participación en unas elecciones que, en sus palabras, decidirán el futuro de Catalunya durante al menos una generación, son perfectamente coherentes.
Ciertamente, cuando hablas con unos y con otros y les planteas el tema de la independencia todavía hay quien esbozan una sonrisa escéptica: "eso es imposible", "no sueñes", "eso son ganas de crear crispación", etc. Muchos, en cambio, no se toman el asunto en broma y no descartan que se puedan dar pasos decisivos hacia la independencia en los próximos años o, incluso, en los próximos meses.
Y es que en todo este follón habría que diferenciar varios aspectos: en primer lugar, está el análisis las ventajas e inconvenientes de la independencia desde la perspectiva española y catalana. Será algo en lo que no me detendré ahora. En segundo término, sería preciso estudiar el procedimiento de consecución de la independencia y, finalmente, en tercer lugar, creo que podría ser sano debatir sobre la forma en la que el debate está afectando a Cataluña y a España.
Sobre el primer aspecto ya empiezan a existir análisis; aun insuficientes teniendo en cuenta la transcendencia de la operación; pero, como decía, no me voy a detener en ello. Prefiero ocuparme mínimamente del segundo aspecto, el procedimiento, entre otras cosas porque creo que se le dedica una atención bastante insuficiente. Quizás esta insuficiencia se deba, al menos en parte, a la calculada ambigüedad de algunos independentistas, que parecen querer llegar a la culminación del proceso "como si no hubiera pasado nada". No deja de sorprenderme de que, en ocasiones, basta plantear como hipótesis los problemas que supone el proceso de independencia para ser mirado con animadversión, como si uno fuera un aguafiestas o, peor aún, un fascista, que es el término comodín que se emplea para todos aquellos que no comparten el ideario nacionalista independentista.
Sea por las razones que fuere, es necesario reflexionar sobre las vías por las que podría conseguirse la independencia de Cataluña. No estamos hablando de un tema menor, sino de un cambio en Europa Occidental de gran calado y, por tanto, no es indiferente la forma en que se haga. En este punto existen varias posibilidades.
La menos traumática sería un acuerdo pleno entre España, el resto de países de la UE y Cataluña. Solamente de esta forma podría darse que Cataluña tras su independencia ingresara inmediatamente en la UE. Si previamente a la independencia se negocian las modificaciones precisas en los Tratados Constitutivos de la UE para adaptarlos a la incorporación de Cataluña sería posible que el mismo día en que Cataluña se constituyese en Estado pasase a ser miembro de la UE. No sé si algunas de las propuestas que se hacen sobre el procedimiento de independencia son conscientes de esto. Todos parecen asumir que la Cataluña independiente formaría parte de la UE automáticamente y no se menciona que esto solamente sería posible si existe un previo acuerdo sobre este punto entre Cataluña y todos los Estados miembros actuales de la UE, España incluida, claro.
Es decir, mi planteamiento es que una declaración unilateral de independencia plantea serios problemas; y es por ello que no deja de asustarme que ya se haya propuesto que el Parlamento de Catalunya realice dicha declaración una vez que su composición lo permita. Este escenario, una declaración unilateral de independencia sin el acuerdo previo con los Estados miembros de la UE (incluida España, repito) sería enormemente peligrosa. Para ello no tenemos más que visualizar qué sucedería al día siguiente de dicha declaración.
Imaginémonos, es un suponer, que, pongamos por caso, el 12 de septiembre de 2011 el Parlamento de Cataluña declara unilateralmente la independencia. Yo me imagino que al día siguiente (13 de septiembre, martes) los mercados internacionales no iban a reaccionar de una manera muy favorable. Estos mercados tan sensibles, a los que un mero rumor sobre un crecimiento insuficiente del PIB de algún país hace tambalear ¿cómo reaccionarían ante una hipotética reducción en un 25% del PIB de la octava (o novena o décima, qué mas da) economía del Mundo? ¿Sería fácil colocar deuda española en caso de necesidad? ¿Se inundarían los mercados financieros internacionales con la deuda española de la que todos querrían desprenderse? Me imagino que la crisis a la que se enfrentaría España dejaría chiquita esta última que nos ha obligado a reducir en un 5% el sueldo de los funcionarios y a congelar las pensiones.
Las consecuencias no serían malas únicamente para España sino también para Cataluña porque, declarada la independencia ¿de qué fondos se surtiría la Generalitat y los Ayuntamientos catalanes (al menos los Ayuntamientos que no declararan su voluntad de seguir siendo parte de España; que este sería otro tema)? Si se quiere mantener el euro como moneda está claro que no se puede recurrir a la máquina de imprimir para crear dinero para el nuevo Estado. Si, por el contrario, se pretende sustituir el euro por una moneda propia ¿qué consecuencias tendría ese cambio para la economía catalana? Si se pretende recurrir a la emisión de deuda ¿cómo reaccionarían los mercados? ¿Nos enfrentaríamos, tras la quiebra del Estados español, a la quiebra también de las finanzas catalanas?
En este punto es bueno recordar que Cataluña no es Kosovo. El PIB catalán es del orden de cincuenta veces el de Kosovo, cinco veces el de Lituania, un 50% más que el de Escocia o un 25% más que el de Ucrania; por ejemplo. Y esto que pudiera parecer bueno es, en realidad, un problema en el momento inicial, puesto que es mucho más costoso para una potencia que tutele la independencia asumir ésta. Sostener económicamente a Kosovo está probablmente al alcance de, al menos, media docena de países en el Mundo, garantizar la emisión de deuda pública necesaria para Cataluña supone un esfuerzo significativo para cualquier país (Estados Unidos incluido) y es, probablemente, inasumible por cualquier potencia europea.
Así pues, una declaración unilateral de independencia no pactada previamente con los países integrantes de la UE implicaría, bastante probablemente, un serio temblor en los mercados financieros internacionales que colocaría en una muy mala posición a España y también a Cataluña; pero, probablemente, las consecuencias irían más allá. En los últimos meses hemos visto como la crisis griega puso en serio peligro al euro ¿podría la moneda única soportar la tensión que se derivaría de la crisis ibérica que, tal como hemos visto, seguiría casi inevitablemente a una declaración unilateral de independencia? En caso de que se activara el fondo de rescate del euro ¿dicho fondo beneficiaría únicamente a España o también a Cataluña? Creo que pocas dudas hay sobre la imposibilidad de que Cataluña accediera a dicho fondo de rescate. A partir de ahí ¿cuál sería la situación de Cataluña en las semanas y meses posteriores a la declaración de independencia? ¿cuál sería la situación de un país que carecería de recursos financieros y monetarios? Es obvio que si no se tiene un padrino poderoso que sostenga en esos primeros momentos a Cataluña la independencia implicaría serios trastornos para la vida diaria de los catalanes.
Así pues, una declaración de independencia unilateral, no pactada con España y el resto de países miembros de la UE, supondría, seguramente, serios trastornos en la economía catalana, española y europea. ¿Compensarían? Probablemente algunos piensen que sí compensan. Al fin y al cabo no son pocos los catalanes que se sienten incómodos en España, ninguneados y tratados como ciudadanos de segunda. Cuando los sentimientos entran en juego puede asumirse un daño al bolsillo, sobre todo si se piensa que se trata de una situación coyuntural que se resolvería una vez que Cataluña fuera reconocida internacionalmente, se reorganizase su sistema monetario e, idealmente, fuese admitida como Estado miembro de la UE. Lo que no es de recibo es que se plantee una declaración unilateral de independencia como si fuese una cuestión retórica o un experimento inocuo. Es un tema muy serio y como tal ha de ser tratado.
Sería exigible, por tanto, mucha claridad en los políticos independentistas y planes claros para eventualidades como las que aquí describo. Por desgracia no percibo ni una ni los otros. Me temo (y espero sinceramente equivocarme) que en unos meses o años se producirá esa declaración unilateral de independencia y entonces lamentaré profundamente haber acertado en mis pronósticos.
Dos años y medio después, y, al menos, desde Cataluña no creo que pueda negarse seriamente que la independencia de Cataluña está mucho más cerca de lo que pensaba la mayoría entonces, hace tan sólo algo más de dos años. Tras las convulsiones de los últimos meses un apretado resumen sería que en relación a este tema la posición del PSC es bastante parecida a la que tenía CiU hace diez años; CiU tiene una posición cercana a la de ERC de hace unos lustros, y ERC está en la fase de poner fecha a la independencia (ya se habla del 2014), acuciada por los grupos que están naciendo y que reclaman ya, directamente, que el Parlamenteo de Catalunya realice una declaración unilateral de independencia estilo Kosovo. En este contexto, la llamada del presidente Montilla a la participación en unas elecciones que, en sus palabras, decidirán el futuro de Catalunya durante al menos una generación, son perfectamente coherentes.
Ciertamente, cuando hablas con unos y con otros y les planteas el tema de la independencia todavía hay quien esbozan una sonrisa escéptica: "eso es imposible", "no sueñes", "eso son ganas de crear crispación", etc. Muchos, en cambio, no se toman el asunto en broma y no descartan que se puedan dar pasos decisivos hacia la independencia en los próximos años o, incluso, en los próximos meses.
Y es que en todo este follón habría que diferenciar varios aspectos: en primer lugar, está el análisis las ventajas e inconvenientes de la independencia desde la perspectiva española y catalana. Será algo en lo que no me detendré ahora. En segundo término, sería preciso estudiar el procedimiento de consecución de la independencia y, finalmente, en tercer lugar, creo que podría ser sano debatir sobre la forma en la que el debate está afectando a Cataluña y a España.
Sobre el primer aspecto ya empiezan a existir análisis; aun insuficientes teniendo en cuenta la transcendencia de la operación; pero, como decía, no me voy a detener en ello. Prefiero ocuparme mínimamente del segundo aspecto, el procedimiento, entre otras cosas porque creo que se le dedica una atención bastante insuficiente. Quizás esta insuficiencia se deba, al menos en parte, a la calculada ambigüedad de algunos independentistas, que parecen querer llegar a la culminación del proceso "como si no hubiera pasado nada". No deja de sorprenderme de que, en ocasiones, basta plantear como hipótesis los problemas que supone el proceso de independencia para ser mirado con animadversión, como si uno fuera un aguafiestas o, peor aún, un fascista, que es el término comodín que se emplea para todos aquellos que no comparten el ideario nacionalista independentista.
Sea por las razones que fuere, es necesario reflexionar sobre las vías por las que podría conseguirse la independencia de Cataluña. No estamos hablando de un tema menor, sino de un cambio en Europa Occidental de gran calado y, por tanto, no es indiferente la forma en que se haga. En este punto existen varias posibilidades.
La menos traumática sería un acuerdo pleno entre España, el resto de países de la UE y Cataluña. Solamente de esta forma podría darse que Cataluña tras su independencia ingresara inmediatamente en la UE. Si previamente a la independencia se negocian las modificaciones precisas en los Tratados Constitutivos de la UE para adaptarlos a la incorporación de Cataluña sería posible que el mismo día en que Cataluña se constituyese en Estado pasase a ser miembro de la UE. No sé si algunas de las propuestas que se hacen sobre el procedimiento de independencia son conscientes de esto. Todos parecen asumir que la Cataluña independiente formaría parte de la UE automáticamente y no se menciona que esto solamente sería posible si existe un previo acuerdo sobre este punto entre Cataluña y todos los Estados miembros actuales de la UE, España incluida, claro.
Es decir, mi planteamiento es que una declaración unilateral de independencia plantea serios problemas; y es por ello que no deja de asustarme que ya se haya propuesto que el Parlamento de Catalunya realice dicha declaración una vez que su composición lo permita. Este escenario, una declaración unilateral de independencia sin el acuerdo previo con los Estados miembros de la UE (incluida España, repito) sería enormemente peligrosa. Para ello no tenemos más que visualizar qué sucedería al día siguiente de dicha declaración.
Imaginémonos, es un suponer, que, pongamos por caso, el 12 de septiembre de 2011 el Parlamento de Cataluña declara unilateralmente la independencia. Yo me imagino que al día siguiente (13 de septiembre, martes) los mercados internacionales no iban a reaccionar de una manera muy favorable. Estos mercados tan sensibles, a los que un mero rumor sobre un crecimiento insuficiente del PIB de algún país hace tambalear ¿cómo reaccionarían ante una hipotética reducción en un 25% del PIB de la octava (o novena o décima, qué mas da) economía del Mundo? ¿Sería fácil colocar deuda española en caso de necesidad? ¿Se inundarían los mercados financieros internacionales con la deuda española de la que todos querrían desprenderse? Me imagino que la crisis a la que se enfrentaría España dejaría chiquita esta última que nos ha obligado a reducir en un 5% el sueldo de los funcionarios y a congelar las pensiones.
Las consecuencias no serían malas únicamente para España sino también para Cataluña porque, declarada la independencia ¿de qué fondos se surtiría la Generalitat y los Ayuntamientos catalanes (al menos los Ayuntamientos que no declararan su voluntad de seguir siendo parte de España; que este sería otro tema)? Si se quiere mantener el euro como moneda está claro que no se puede recurrir a la máquina de imprimir para crear dinero para el nuevo Estado. Si, por el contrario, se pretende sustituir el euro por una moneda propia ¿qué consecuencias tendría ese cambio para la economía catalana? Si se pretende recurrir a la emisión de deuda ¿cómo reaccionarían los mercados? ¿Nos enfrentaríamos, tras la quiebra del Estados español, a la quiebra también de las finanzas catalanas?
En este punto es bueno recordar que Cataluña no es Kosovo. El PIB catalán es del orden de cincuenta veces el de Kosovo, cinco veces el de Lituania, un 50% más que el de Escocia o un 25% más que el de Ucrania; por ejemplo. Y esto que pudiera parecer bueno es, en realidad, un problema en el momento inicial, puesto que es mucho más costoso para una potencia que tutele la independencia asumir ésta. Sostener económicamente a Kosovo está probablmente al alcance de, al menos, media docena de países en el Mundo, garantizar la emisión de deuda pública necesaria para Cataluña supone un esfuerzo significativo para cualquier país (Estados Unidos incluido) y es, probablemente, inasumible por cualquier potencia europea.
Así pues, una declaración unilateral de independencia no pactada previamente con los países integrantes de la UE implicaría, bastante probablemente, un serio temblor en los mercados financieros internacionales que colocaría en una muy mala posición a España y también a Cataluña; pero, probablemente, las consecuencias irían más allá. En los últimos meses hemos visto como la crisis griega puso en serio peligro al euro ¿podría la moneda única soportar la tensión que se derivaría de la crisis ibérica que, tal como hemos visto, seguiría casi inevitablemente a una declaración unilateral de independencia? En caso de que se activara el fondo de rescate del euro ¿dicho fondo beneficiaría únicamente a España o también a Cataluña? Creo que pocas dudas hay sobre la imposibilidad de que Cataluña accediera a dicho fondo de rescate. A partir de ahí ¿cuál sería la situación de Cataluña en las semanas y meses posteriores a la declaración de independencia? ¿cuál sería la situación de un país que carecería de recursos financieros y monetarios? Es obvio que si no se tiene un padrino poderoso que sostenga en esos primeros momentos a Cataluña la independencia implicaría serios trastornos para la vida diaria de los catalanes.
Así pues, una declaración de independencia unilateral, no pactada con España y el resto de países miembros de la UE, supondría, seguramente, serios trastornos en la economía catalana, española y europea. ¿Compensarían? Probablemente algunos piensen que sí compensan. Al fin y al cabo no son pocos los catalanes que se sienten incómodos en España, ninguneados y tratados como ciudadanos de segunda. Cuando los sentimientos entran en juego puede asumirse un daño al bolsillo, sobre todo si se piensa que se trata de una situación coyuntural que se resolvería una vez que Cataluña fuera reconocida internacionalmente, se reorganizase su sistema monetario e, idealmente, fuese admitida como Estado miembro de la UE. Lo que no es de recibo es que se plantee una declaración unilateral de independencia como si fuese una cuestión retórica o un experimento inocuo. Es un tema muy serio y como tal ha de ser tratado.
Sería exigible, por tanto, mucha claridad en los políticos independentistas y planes claros para eventualidades como las que aquí describo. Por desgracia no percibo ni una ni los otros. Me temo (y espero sinceramente equivocarme) que en unos meses o años se producirá esa declaración unilateral de independencia y entonces lamentaré profundamente haber acertado en mis pronósticos.
Como de costumbre un análisis magistral, de los que hunden sus raices en el olvidado sentido común.
ResponderEliminarYo, que como sabes me considero un independentista tranquilo, no veo cercana la independencia de Catalunya (que por otra parte, salvo un improbable cambio de residencia, tampoco iba a cambiar mi estatus de español muy insatisfecho.
Otra cosa distinta es mi impresión de que la Europa actual de los estados se ha ido alejando de las ilusiones (seguramente infundadas) que los proeuropeos depositamos en su momento, y que soplan vientos de cambio en la dirección de más poder para las naciones (regiones históricas) en detrimento del excesivo poder de los estados, y en beneficio de una Europa más integrada.
Escocia, Gales, Córcega, Flandes, Catalunya, Euskadi...
¿Resulta tan descabellado?
Hola Julio, ojalá se cumpla lo que planteas. Para mi también sería un escenario preferible al actual. Sabes que creo en la conveniencia de una Europa fuerte con una legitimidad propia y no derivada de los actuales Estados. Y esta Europa fuerte debería complementarse con estructuras sólidas a un nivel inferior a los Estados. Esto último no por dar satisfacción a sentimientos nacionalistas (soy un convencido no nacionalista) sino porque es más útil y eficaz que determinados temas se resuelvan a una escala menor, más cercana al ciudadano. Creo que todos nos sentimos más cómodos con comunidades políticas de unos pocos millones de personas que con grandes Estados de varias decenas de millones de ciudadanos.
ResponderEliminarPara mi esa sería la solución casi ideal: los temas en los que el tamaño es una venaja (política monetaria, relaciones exteriores, Defensa, algunos aspectos de la política económica, grandes infraestructuras) deberían ser atribuidos a una Europa fuerte. El resto de cuestiones (educación, sanidad, servicios sociales) a estructuras equivalentes a lo que en España son las Comunidades Autónomas.
Por desgracia, no veo que nadie esté trabajando en serio por este modelo.
Un abrazo.
Hola Rafa, tus reflexiones siempre aportan elementos muy interesantes para la reflexión. Me ha parecido especialmente interesante el análisis jurídico que realizas y como expones las cuestiones que deberían abordarse.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Me parece un análisis muy correcto pero sobretodo muy realista y que rompe con posibles sentimentalismos romànticos que plantean la independencia como una liberación total de la nación catalana.
ResponderEliminarEs evidente que cada vez más, las organizacions supranacionales asumen más y más competencies y en ellas acaba recayendo la sobirania en algunos aspectos, de forma por cierto, bastante antidemocràtica.
Por eso es necesario pensar en un contexto internacional que ayude a que la posible independencia de Catalunya sea un proceso correcto y justo para todos. Si la mayoria del pueblo catalán esta a favor de la indepeendencia dudo mucho que haya vuelta atrás y Catalunya como nación tiene derecho a ser un estado, creo que seria antidemocràtico no permitir la secesión de este territorio si sus ciudados así lo han elegido. De ese modo hay que pensar algun proceso muy correcto en todos los sentidos para llegar al posible estado catalán.
Un referendum no vinculante podría ser el primer paso. En caso afirmativo un inicio de contactos, sobretodo con la unión europea i también con el estado español. En el caso de conflicto con el estado español,que es lo más probable, habrá que apelar a la capacidad política de los líderes que dirigan el proceso, por las dos partes, para que lleguen a un posible acuerdo. Si se aceptarà la sobirania de Catalunya sería clave entablar diàlogo con la Unión Europea i con todas las fuerzas políticas catalans para llegar a acuerdos básicos del proceso. Establecer los acuerdos(por ejemplo, entrar automaticamente en la UE i disponer del Euro etc) como premisa para un referendum vinculante. Finalmente un referendum vinculante precedido de aplios debates en todas las capas sociales i ideológicas catalans para establecer el máxima consenso en los temas nacionales.
El proceso que he expuesto no sé ni si es posible ni si es el correcto pero es el primero que me ha venido a la cabeza.
Adrià F.B.
Me parece un análisis muy correcto pero sobretodo muy realista y que rompe con posibles sentimentalismos romànticos que plantean la independencia como una liberación total de la nación catalana.
ResponderEliminarEs evidente que cada vez más, las organizacions supranacionales asumen más y más competencies y en ellas acaba recayendo la sobirania en algunos aspectos, de forma por cierto, bastante antidemocràtica.
Por eso es necesario pensar en un contexto internacional que ayude a que la posible independencia de Catalunya sea un proceso correcto y justo para todos. Si la mayoria del pueblo catalán esta a favor de la indepeendencia dudo mucho que haya vuelta atrás y Catalunya como nación tiene derecho a ser un estado, creo que seria antidemocràtico no permitir la secesión de este territorio si sus ciudados así lo han elegido. De ese modo hay que pensar algun proceso muy correcto en todos los sentidos para llegar al posible estado catalán.
Un referendum no vinculante podría ser el primer paso. En caso afirmativo un inicio de contactos, sobretodo con la unión europea i también con el estado español. En el caso de conflicto con el estado español,que es lo más probable, habrá que apelar a la capacidad política de los líderes que dirigan el proceso, por las dos partes, para que lleguen a un posible acuerdo. Si se aceptarà la sobirania de Catalunya sería clave entablar diàlogo con la Unión Europea i con todas las fuerzas políticas catalans para llegar a acuerdos básicos del proceso. Establecer los acuerdos(por ejemplo, entrar automaticamente en la UE i disponer del Euro etc) como premisa para un referendum vinculante. Finalmente un referendum vinculante precedido de aplios debates en todas las capas sociales i ideológicas catalans para establecer el máximo consenso en los temas nacionales.
El proceso que he expuesto no sé ni si es posible ni si es el correcto pero es el primero que me ha venido a la cabeza.
Hola Eduardo, gracias. Desde luego es un tema que plantea sus dificultades y, por eso, es también un reto desde la perspectiva jurídica. Está claro que nos aburriremos, no.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Adrià, a mi me parece que el proceso que propones es factible y no plantearía los problemas que se derivarían de una declaración unilateral de independencia por parte del Parlament. Coincido en que si existe una amplia mayoría a favor de la independencia España debería acabar cediendo a la secesión. Ahora bien; para que esta mayoría se manifieste sería preciso que los partidos políticos que concurriesen a las elecciones fuesen muy claros sobre su posición. Si se forma una mayoría en el Parlament clara e indudablemente independentista sería el momento de realizar el referendum que propones que, en caso de resultar favorable a la independencia, debería suponer el inicio de las negociaciones que propones con la UE y el gobierno español.
ResponderEliminarEsta claridad en los partidos es, precisamente, la que echo en falta. Cuando el tema de la independencia está presente en la sociedad, en el discurso político, en las estrategias de los partidos... no es de recibo no tener una posición clara al respecto. Y esto lo digo sobre todo por CiU y el PSC. Para que fuera legítimo que la Generalitat diera los pasos precisos para llegar a la independencia sería preciso que hubiera una mayoría en el Parlament de partidos que hubieran concurrido a las elecciones con la independencia como objetivo claro, explícito, manifiesto e inmediato. Y, en cualquier caso, todos los partidos han de dejar claro al electorado cuál es el modelo de relaciones entre Cataluña y España que proponen. Así cada votante sabrá a qué atenerse en un punto tan importante como éste.
Te agradezco mucho tu comentario, tan sensato y constructivo. Saludos.
No estoy de acuerdo en su análisis.
ResponderEliminarCierto que puede haber algún temblor en los mercados, pero no creo que fueran a más, y durante unos pocos días. Me explico:
España actualmente dice que es la octava o novena potencia mundial. Cuando Catalunya se independize cada nuevo estado tendrá su PIB, pero también la deuda que tiene ahora España deberá repartirse. Como otros activos, que también son de Cataluña por formar parte actual de España (y al revés, pero no tantos). Esto se negocia siempre y para eso están los tribunales internacionales si no se llega a ningún acuerdo.
En cuanto a la pertenencia a la UE existe también la posibilidad que los dos estados resultantes ingresen automáticamente en la UE. Recuerde que la España que en 1986 ingresó lo hizo con unas condiciones y obligaciones. Si el estado cambía estas deben ser asumidas por los estados resultantes.
Doncs mira la cosa és molt senzilla. Tot el que tu planteges està molt bé amb més o menys fonaments però amb tot no deixen de ser futuribles, suposats i hipotètics tots aquests inconvenients que descrius a mig-llarg termini després d'una futurible secessió de Catalunya d'Espanya.
ResponderEliminarEn canvi els inconvenients de seguir formant part de l'estat espanyol, espoli fiscal descomunal i escandalós no comparable en cap altre lloc del mon, assimilació cultural i lingüística en favor de la castellanització, etc. no son ni suposats, ni hipotètics, ni futuribles, son reals, demostrables i palpables dia a dia al carrer.
¿Què és preferible doncs quedar-se igual amb uns problemes reals i segurs que saps el que comportaran a mig termini o aventurar-se a provar de millorar tot i els "suposats" inconvenients que tu planteges?
No puede haber nada más peor que seguir siendo españoles.
ResponderEliminarSi seguimos con españa, Catalunya y sus ciudadanos se hunden, si salimos de esta españa centralista, quizás Catalunya tenga alguna oportunidad de sobrevivir a este robo y marginación descomunal a que ha sido sometida durante toda su historia.
Hola Anónimo. Efectivamente, el reparto de la deuda pública entre Cataluña y España y el del resto de activos comunes (por ejemplo, el material militar) sería obligado en una secesión pactada. Y como digo en la entrada una secesion pactada entre Cataluña, España y el resto de Estados miembros de la UE no plantearía ningún problema. En el caso de una secesión consensuada no pasaría nada, no creo ni que hubiera el temblor de los mercados por unos pocos días que comentas.
ResponderEliminarMi entrada hace referencia a otro supuesto, el de una declaración unilateral de independencia. En ese caso ni se produciría la entrada de Cataluña en la UE de forma inmediata (es preciso el acuerdo del Estado original y del resto de Estados parte para que el Estado secesionado suceda en los tratados internacionales al Estado original) ni el reparto de la deuda y otros activos. Y en este supuesto el recurso a los tribunales internacionales no es solución, porque sus decisiones no son vinculantes y, además, tardan mucho en dictarse, lo que, sin duda, no tranquilizaría a los mercados.
Ciertamente, si Cataluña se separa de España las condiciones de pertenencia de España a la UE deberían modificarse, ya que parte de ellas dependen del tamaño del país (votos en el Consejo, miembros del Parlamento Europeo que se eligen en España, etc.) y, por tanto, es muy probable que se forzase a una modificación de los Tratados para ajustar los tratados a la nueva realidad española; pero eso no implica la incorporación de Cataluña a la UE y, mucho menos, al euro. Si la secesión no es pactada durante un tiempo Cataluña sería un Estado plenamente soberano, esto es, no integrado en la UE. Tampoco pasa nada, la mayoría de los doscientos y pico Estados del Mundo no son miembros de la UE y siguen existiendo. Saludos.
Hola Flanxo; el tema que planteas es el de la conveniencia o no de la independencia de Cataluña. En la entrada señalo que no es un tema en el que quiera entrar en este post, en la que me limito a dibujar algunas dificultades que plantearía una declaración unilateral de independencia. Soy consciente de que muchos piensan que es preferible una Cataluña independiente a seguir siendo parte de España, y yo me limito a decir que si se quiere la independencia la forma en que se produzca la secesión no es irrelevante: lo que puede ser un tranquilo paseo en el que no se produzca ningún sobresalto puede convertirse, si se actúa de manera errada, en un desastre. Saludos.
ResponderEliminarHola Anónimo, lo cierto es que la historia se repite. En 1876, cuando se debatía en las Cortes españolas la Constitución de la Restuaración se llegó al artículo en el que se determinaba quiénes serían españoles. Se debatió mucho este punto; me imagino que entre los que defendían que fueran españoles los nacidos en España y los que opinaban que debían ser españoles los nacidos de padre español. El caso es que en medio del debate se levantó Cánovas del Castillo y dijo: "Señores, español es quien no puede ser otra cosa".
ResponderEliminarEs muy español esto de pensar que lo peor que le puede pasar a alguien es ser español. Yo no creo que sea para tanto; es más, tenemos la suerte de vivir en una parte privilegiada del Mundo (Europa). Eso no quiere decir que a Catalunya independiente no le pueda ir mejor que lo que le va como parte de España. Como decía antes no me voy a meter hoy en ese tema; lo único que digo es que un proceso de secesión tiene cierta complejidad técnica (jurídica, económica) y política; y que es bueno ser consciente de ello. Saludos y gracias por el comentario.
El problema és que en un acord amb Espanya, aquesta no seria justa, ja que ells demanaria que els catalans paguem la pèrdua econòmica d'Espanya al separar-nos d'aquesta. Però això és un altre dels grans robatoris, perquè ells ens porten robant molts anys als Catalans, i haurien de ser ells qui ens pagaran a nosaltres al independitzar-nos.
ResponderEliminarUn pacte amb Espanya, mai seria just, perquè Espanya no ho vol així, i sap que per el nostra alliberament seriem capaços de grans sacrificis.
Hola Ivan.N. Estoy seguro de que el Gobierno de España no pondría las cosas fáciles; pero es que un proceso de secesión como el que estamos comentando es cualquier cosa menos sencillo. Ahora bien, si se dan las circunstancias que detallaba al hilo del comentario hecho por Adrià (matizando lo que él ya apuntaba), esto es, si hay una amplia mayoría independentista en el Parlament de Catalunya y un amplio apoyo popular a la independencia no quedaría más remedio que negociar las condiciones de la secesión.
ResponderEliminarEl pacto no sería justo, seguro que no; pero es inevitable que sea así. España haría valer que su acuerdo es necesario para que la secesión no sea traumática, permitiendo la entrada de Cataluña en la UE y en el euro; y como sucede en toda negociación el que tiene la posición de fuerza siempre sale beneficiado. Así es la vida.
De todas formas, puestos a concretar los términos del acuerdo la presión de España no podría ir mucho más allá de exigir que Cataluña asumiera la parte que el toca de la deuda pública española y el reparto de la caja de la Seguridad Social. La Sanidad, la Educación y gran parte de las infraestructuras, incluidas cercanías, ya han sido transferidas a la Generalitat. En realidad, del Estado no queda mucho en Cataluña porque, en contra de lo que se va diciendo por ahí, España es ya uno de los Estados más descentralizados del Mundo y, desde luego, el más descentralizado de la Unión Europea junto con Alemania.
De todas formas, a mi ese escenario no me preocupa; entre otras cosas porque estamos aún lejos de que exista un amplio apoyo popular a la independencia. Lo que me da miedo es que algunos aventurados pretendan forzar la situación mediante una declaración unilateral de independencia por parte del Parlament; algo que no sería imposible en la próxima legislatura. Ahí es donde las cosas pueden empezar a complicarse.
Gracias por el comentario. Saludos.
Bastante completito el análisis. Pero supongo que habrá que tener en cuenta también a las comarcas, ayuntamientos que quieran sequir perteneciendo a España, tenemos los casos de Trevinio y Llivia. Y si tierras del Ebro o el Valle de Arán quieren separarse de cataluña, para ser idependientes como andorra, o regiones de españa para poder beneficiarse de las ventajas que tenía la generalidad de Barcelona en España, sería igualmente lícito ¿no?. Luego en cataluña hay varias cataluñas. Si en cataluña se presentara algún partido de izquierdas o de centrp de tinte españól no nacionalista, la sociedad catalana estaría mejor representada en el parlament. Entonces se entendería el porqué habiendo una mayoría antihispánica en el parlament, el independentismo no acaba de cuajar socialmente. Cataluña es un pasís dividido un día una manifestación politizada con banderas independentistas y al día siguiente una espontánea con banderas españolas. ¿Por qué parece que los politicos catalanes no han hecho el análisis que propones?, porque no les interesa la independencia. Utilizan el nacionalismo o el independentismo que está más de moda, para mantener ese voto o poder cautivo. Ahora vienen elecciones y después cuatro años hasta 2014, marketing electoral barato. Abrid los ojos, con este planteamieno ya has abierto medio, has empezado a rascar y ver la mierda que hay detrás de la mierda que os hacen comer vuestros "dirigentes" Pregunta a cualquier empresario catalán que es lo que le interesa. Curioso pero el gran desarrollo de cataluña viene con la llegada de los borbones en el XVIII, antes bastante empobrecida, fuera fueros,apertura del mercado americano, proteccionismo brutal frente al textil inglés, continuado en el XIX, y con franco el último gran crecimiento. Es con el puyolismo cuando cataluña empieza a ir hacia atrás como los cangrejos. Está muy bien ser patriota, defendiendo vuestros intereses cultutales y económicos, pero ser nacionalista os está perjudicando y mucho. ¿Tan mal estáis en España?. Viajáis por españa, trabajáis con españoles, os ganáis bien la vida, ¿que es lo que podrías hacer como ciudadanos solo catalanes que no podáis hacer como españoles y catalanes, ¿y viceversa?... no os dejéis engañar. Que el hígado no os haga tener una mala pasada
ResponderEliminarBastante completito el análisis. Pero supongo que habrá que tener en cuenta también a las comarcas, ayuntamientos que quieran sequir perteneciendo a España, tenemos los casos de Trevinio y Llivia. Y si tierras del Ebro o el Valle de Arán quieren separarse de cataluña, para ser idependientes como andorra, o regiones de españa para poder beneficiarse de las ventajas que tenía la generalidad de Barcelona en España, sería igualmente lícito ¿no?. Luego en cataluña hay varias cataluñas. Si en cataluña se presentara algún partido de izquierdas o de centrp de tinte españól no nacionalista, la sociedad catalana estaría mejor representada en el parlament. Entonces se entendería el porqué habiendo una mayoría antihispánica en el parlament, el independentismo no acaba de cuajar socialmente. Cataluña es un pasís dividido un día una manifestación politizada con banderas independentistas y al día siguiente una espontánea con banderas españolas. ¿Por qué parece que los politicos catalanes no han hecho el análisis que propones?, porque no les interesa la independencia. Utilizan el nacionalismo o el independentismo que está más de moda, para mantener ese voto o poder cautivo. Ahora vienen elecciones y después cuatro años hasta 2014, marketing electoral barato. Abrid los ojos, con este planteamieno ya has abierto medio, has empezado a rascar y ver la mierda que hay detrás de la mierda que os hacen comer vuestros "dirigentes" Pregunta a cualquier empresario catalán que es lo que le interesa. Curioso pero el gran desarrollo de cataluña viene con la llegada de los borbones en el XVIII, antes bastante empobrecida, fuera fueros,apertura del mercado americano, proteccionismo brutal frente al textil inglés, continuado en el XIX, y con franco el último gran crecimiento. Es con el puyolismo cuando cataluña empieza a ir hacia atrás como los cangrejos. Está muy bien ser patriota, defendiendo vuestros intereses cultutales y económicos, pero ser nacionalista os está perjudicando y mucho. ¿Tan mal estáis en España?. Viajáis por españa, trabajáis con españoles, os ganáis bien la vida, ¿que es lo que podrías hacer como ciudadanos solo catalanes que no podáis hacer como españoles y catalanes, ¿y viceversa?... no os dejéis engañar. Que el hígado no os haga tener una mala pasada
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar Anónimo. El caso es que sí que hablo con empresarios catalanes y mi sorpresa es ver que muchos no le hacen ascos a la independencia. Entre los políticos y los "creadores de opinión" también está creciendo el número de los que ven factible la independencia a medio plazo (algunos a corto plazo). No es basura para consumo electoralista solamente, no. Si lo fuera no me molestaría en escribir una entrada sobre el tema; si lo hago es porque el riesgo de una declaración unilateral de independencia es real, aunque pudiera parecer absurdo por imposible (o imposible por absurdo).
ResponderEliminarSobre el fondo del tema, yo estoy en contra de la independencia de Cataluña. Creo que el catalanismo tiene una gran parte de mito, es en algunos aspectos injusto (en el tema lingüístico sobre todo) y el "análisis" que hace de las posibilidades de una Cataluña independiente es ingenuo. Es decir, creo que sería mucho mejor para Cataluña que las corrientes ya no independentistas, sino catalanistas perdieran peso en la sociedad. Es mi opinión personal, claro.
Lo anterior no quiere decir, sin embargo, que no haya cosas que arreglar en las relaciones entre Cataluña y el resto de España. Cuando se compara el metro de Barcelona con el de Madrid, los hospitales públicos de Barcelona con los de Asturias o las autopistas de pago de Cataluña con las gratuitas de Andalucía uno se plantea muchas cosas. No soy de los que dicen que se roba a los catalanes en sus impuestos; pero sí que es verdad que tendríamos todos que sentarnos tranquilamente a hablar de cómo podemos hacer que este país (España) y todas sus partes (Cataluña entre ellas) progresen y avancen. También es cierto (y no soy catalanista) que el catalán como idioma y la cultura catalana tiene aún escaso reconocimiento a nivel estatal. Y ya me adelanto a la crítica. Es cierto que el castellano tiene nulo reconocimiento oficial en Cataluña; pero lo que quiero decir es que si queremos que esto avance tenemos que construir desde una buena voluntad que, por desgracia, ahora mismo está ausente en unos y otros. Gracias por pasarte y por comentar. Saludos.
totalmente de acuerdo, y seré más directo aún que tú, hay comunidades como andalucia y extremadura, de voto socialista que han vivido de demasiadas y continuadas ayudas, fomentando una alta tasa de paro compaginada con una economía sumergida y una preferencia por los jóvenes del funcionariado. Pero es increible la poca autocrítica en general de los politicos catalanes y de muchos catalanes. Yo estaba por trabajo en sant cugat el día de la famosa nevada, jeje muy cerquita además del chalet de Laporta. Un desastre, totalmente desprevenidos. Peor aún al día siguiente ni siquiera echaron sal, con la pasta de la que goza este ayuntamiento. En Gerona gente sin luz durante más de dos semanas. Que pasó en el parlament. Hermetismo, "esto ya pasó se arregla sólo porque además el problema es de una empresa española que se llama endensa y por lo tanto nos cruzamos de brazos, y que no se hable mas del tema, no hacer leña del árbol caído". Ser politico en cataluña es un chollo, todo lo malo es del gobierno central, para qué ser independientes, habría que dar más la cara y habría una verdadera oposición. Los impuestos que pagáis son para mantener a los españoles, bien, no será también que hay una mala gestión de los recursos por parte de los propios catalanes, no me limito sólo a hablar de los despilfarros de las embajadas del amigo carod, además la "Espe" y su séquito no se quedan cortos. Las autopistas catalanas las explotan empresas catalanas y son políticos catalanes los que alargan estas concesiones. Peajes como el de la c32, el túnel del cadí, el túnel de vallvidriera, están mas que amortizados, y siguen en funcionamiento para que unos cuantos sigan forrándose a vuestra costa, y no te engañes, la gestión de todos estos depende de los catalanes. Cataluña tiene, desde hace 20 años, la competencia de carreteras salvo las pocas de titularidad estatal. Ahora hay algún político de CiU retirado en los consejos directivos de esas empresas.Pero también es verdad que es una verguenza que no esté acabada la A2 hasta Zaragoza.Con respecto al idioma se ha pasado de un extremo, franco, al otro,Pujol, es para echarse las manos en la cabeza. Ser bilingue es la mayor ventaja y dominar sólo el catalán la menor. Yo trabajo con empresas catalanas, joder si fuérais más equitativos, a vosotros como clientes haría mis pinitos en catalán,hubiera hecho el esfuerzo, pero de esta manera poco es el poder de seducción del idioma catalán en las mentes del resto de españoles. Es permíteme aberrante, y sin faltar al respeto "estúpido". El catalán y el castellano son patrimonio cultural del pueblo catalán, para qué enfrentarlos, Argentina no es españa y hablan castellano. Espero que como dices se utilice el sentido común y se llegue a ese entendimient. La UE está lejos de ser un estado de naciones como es España, por qué se cree más en europa en ese sentido que en España.. la respuesta es muy fácil, que cad uno se conteste
ResponderEliminarHola Anónimo, tocas unos cuantos temas candentes y en los que estoy de acuerdo contigo. Lo de los peajes es completamente cierto, cuando se montan las campañas contra el pago de las autopistas a nadie se le ocurre recordar, como bien haces tú, que es de la Caixa de la que dependen esos peajes que, misteriosamente, son prorrogados y prorrogados cada vez que se acerca la fecha del fin de la concesión. Es cierto también que aquí lo fácil es echarle siempre la culpa "a Madrid" como pasó de forma vergonzante en el tema de las nevadas y como pasa en un montón de casos más, algunos en los que "Madrid" sí tiene culpa y otros en los que ni por asomo tiene "Madrid" competencias.
ResponderEliminarHay mala gestión, muy mala gestión y despilfarro, y llevamos treinta años focalizados en la "construcción de la nación catalana" olvidándonos de crecer, prosperar y competir. En las últimas elecciones vote PSC porque pensaba que se olvidarían de tanta promoción del catalán y se centrarían en los temas que me interesan: educación, sanidad, infraestructuras. Y me encuentro con la sorpresa de que hacen una política más catalanista que la de Pujol y esos temas que me interesaban en vez de mejorar empeoran (tengo en este blog un post sobre el tema de hace unos meses, creo).
Así que sí, que estoy de acuerdo contigo, que la gestión que hacen los políticos catalanes en general es mala y llena de trampas. Ahora bien, para cambiar la situación aquí también necesitamos ayuda de afuera. Tendríamos que ser muy claros en el tema de impuestos. Aquí, en que los servicios públicos están mal, muy mal; cada vez que sale la noticia de que se han dado no se cuántos billones de pesetas a Andalucía en concepto de deuda histórica nos subimos por las paredes.
Yo creo que está bien que salgan todos estos temas, es lo que los psiquiatras dicen "verbalizar el problema". A ver si de ahí pasamos a encontrar la solución y, sí, la solución pasa en buena medida por jubilar a buena parte de los políticos que padecemos, tanto los que padecemos en Cataluña como los que padecemos en España. Gracias por el comentario. Saludos.
Suponiendo el caso de una declaración unilateral del parlamento catalan sobre la indendencia de Cataluña. Sinceramente creo que no tocaría otra que ponerse a negociar con España. Primero si se puede mantener la monarquía actual en los dos estados (cosa problable siempre y cuando se apacigue el disgusto general en ambos lados), intentar mantener los máximos lazos posibles para evitar un descalabro tanto español como catalan, (a ninguno les convendría y menos a la UE), y fijar objetivos económicos para el futuro (eso sí les conviene). El problema no lo veo yo en la secesión de Cataluña en sí, sino mas bien en la respuesta de las otras nacionalidades españolas que verían con buenos ojos seguir el mismo camino que el catalan, llamense vascos, gallegos, valencianos, mallorquines, aragoneses.....Esto obligaría a la UE a replantearse seriamente su política de estados o regiones de su territorio, ya que esto abriría el camino de otras futuras nacionalidades que actualmente forman parte de otros países de la unión. Por lo que veo es un tema bastante complicado y que la UE deberá afrontar tarde o temprano, y el caso catalan podría ser el detonante.
ResponderEliminarUna maravillosa descripción del proceso independentista y sus consecuencias para Cataluña si no se orquesta de la manera adecuada.
ResponderEliminarSi formaras parte de alguno de esos partidos independentistas que últimamente veo llenos de verdaderos cazurros sin idea alguna del plan que ostentan, probablemente tendría algo de confianza en ellos.
Un cordial saludo desde Barcelona.