Mientras desayunaba escuchaba a la Sra. de Cospedal dándonos una clase de Historia.
Algo dijo (no he encontrado el audio para colocarlo aquí) de que ellos (el PP) seguirían defendiendo la unidad de una nación (la española) que existe desde hace quinientos años. Bueno, ya tenemos a los Reyes Católicos en danza, la vieja historia de que España fue el primer Estado de Europa y otros cuentos semejantes con los que nos mal enseñaron la Historia de España a los niños nacidos en los años 60, como soy yo y como es la propia María Dolores de Cospedal.
Si uno se queda en los libros de ciencias sociales de 7ª y 8ª de la EGB quizás comulgue con ese dibujo de la Historia de España que, sin embargo, es irreal. Si se lee un poco más (y un responsable político debería conocer Historia; es importante siempre y en España más) se daría cuenta de que no es cierto que España exista como Nación desde hace quinientos años. Jurídicamente España no nace hasta 1812. Antes de esa fecha es poco más que una indicación geográfica o un anhelo y solamente podría existir, en su caso, como nación cultural (el mismo sentido de "nación" que el Tribunal Constitucional reconoce a Catalunya en la sentencia sobre el Estatut). El hecho de que desde 1516 de forma ininterrumpida un mismo monarca reinara en los diferentes territorios que integran España no convierte a ésta en una Nación. Carlos I y Felipe II además de reyes de Castilla y Aragón fueron también soberanos de los Países Bajos, y el primero, además, archiduque de Austria; y a nadie se le ocurre decir que todos esos territorios formaran una nación. Es más, si se lee algo más que libros escolares se descubre enseguida que esos monarcas eran muy conscientes de que regían naciones diferentes y que en cada una de ellas jugaban papeles distintos y se requerían diferentes aptitudes para reinar en territorios tan diversos (parce ser que Carlos I recriminaba a su hijo, el que luego sería Felipe II, que no hubiera aprendido francés y le preguntaba que cómo podía pensar gobernar en Bruselas, capital de los Países Bajos, sin dominar ese idioma).
En algún momento comenzó a construirse el mito de la España que nace con los Reyes Católicos, se bautiza con la conquista de Granada y se confirma con el descubrimiento de América; llega a la hegemonía con la incorporación de los territorios que vienen de la casa de Habsburgo y agotada en una tarea titánica entra en una decadencia que llega hasta nuestros días. Esto es un cuento y un cuento que no es inocuo hoy en día, porque no nos permite ver cuál es la auténtica naturaleza de este país.
Haríamos mejor en colocar en su justa perspectiva los Reyes Católicos y los siglos XVI y XVII para centrarnos en la época inmediatamente anterior y la posterior a la Constitución de Cádiz. Me lamentaba de que se estaba dejando pasar un bicentenario que tendría que ser recordado con mucho más entusiasmo, el auténtico bicentenario de España que debería haberse celebrado con toda solemnidad el 19 de marzo de 2012. Hubiera sido una oportunidad para profundizar en una España menos imperial y más real, una España que surge como reunión "de los españoles de ambos hemisferios" que decía la Constitución de Cádiz y que creo que todavía tiene una esperanza. Pero para que esa esperanza fructifique es preciso que desde la derecha (permítaseme ese término tan poco técnico) retiren la condena a la Constitución de Cádiz (la derecha española en algún punto todavía es heredera del Antiguo Régimen y, por tanto, la Constitución de 1812 no deja de ser de alguna forma "un error" en nuestra Historia) y asuman sin complejos un texto que, en tanto que auténtico fundador de nuestro país, debería ser objeto de respeto y consideración.
María Dolores de Cospedal evidentemente no está en esta línea y es probable que ni se de cuenta del mal que hace a España con ello.
Ilustrativo, gracias por refrescar.
ResponderEliminarDe la señora Cospedal mejor no hablar, es mema, retorcida, vivípara, tiene varios sueldos y cree que es guapa, y además a su marido le viene muy bien que se privatice cada vez más la SS.
Gracias Valdemar. ¡Sí que te cae mal la presidenta de Castilla-La Mancha! A mi me cabreó el comentario porque me parece que es muestra de un desconocimiento del país sobre el que manda (y seguramente manda mucho) que resulta preocupante. Me parece, sin embargo, que es lista, bastante lista; aunque, claro, para poder opinar con algo más de fundamento tendría que conocerla en algo más que en sus intervenciones públicas. Abrazos.
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