martes, 4 de septiembre de 2018

Tiempo y Sol

Si el tiempo es relativo y varía en función de la velocidad y de la cercanía a un campo gravitatorio (como tan claro se ve en la película "Interstellar") ¿cómo no va a ser relativa la medida del tiempo? 


Cierto que cada día sale y se pone el Sol, que cada 28 días cambia el ciclo lunar y que en 365 días se repite el ciclo de las estaciones; pero más allá de eso; todo el resto si no es arbitrario, lo parece.
¿Son más reales nuestros días de 24 horas que la división romana en doce horas y cuatro vigilias? ¿Es más ajustado que el día comience a medianoche o, como sucedía en la marina británica hasta el siglo XIX, a mediodía? Ahora cuando escribo esto mi reloj marca las 08:23, pero ¿importaría que marcara las 06:23 o las 10:23?
Digo esto al hilo del debate sobre la conveniencia o no de mantener un diferente horario en verano o en invierno o de ajustar la hora española al huso horario que le corresponde. Se trata de discusiones que en alguna medida dependen casi de gustos y en las que defender una u otra posición es posible simplemente cambiando la perspectiva.
"Casi".
Porque en todo el debate hay algunas cuestiones que no son completamente subjetivas. Y tienen que ver con aquello que marca el paso de los días: la salida y puesta del Sol.
Una manera casi objetiva de dividir el día es tener en cuenta el camino que hace el Sol por nuestros cielos. Como ese camino supone un ascenso y un descenso podemos utilizar el punto más alto del Sol como referencia y, a partir de él, distribuir las horas. Si optamos por 24, las que ahora tenemos, resultará que el punto más alto del Sol serían las 12 horas (podrían ser las 0 horas como en la marina británica que decía antes, pero seamos convencionales) y las 0 horas serían 12 horas antes y 12 horas más tarde. De esta manera tendríamos distribuido todo el día en horas solares. Y esta hora solar fue muy utilizada como medida del tiempo en el siglo XVIII, XIX y XX.
En realidad esto tendría que ser objeto de alguna matización, pues la duración del día solar no es la misma todo el año; pero no entraremos en ello. Quedémonos con lo dicho hasta ahora.
De acuerdo con esto ¿qué hora solar es ahora? Bueno, en realidad eso depende de dónde te encuentres, porque en cada punto del planeta, en cada longitud, varía ese momento en el que es el mediodía del sol. La hora solar no es absoluta, sino que se corresponde con un lugar: el mediodía solar en Barcelona no es el mismo que en Madrid o en Lisboa.
El primer paso para superar las dificultades de tener que ajustar el reloj unos minutos en cada desplazamiento de pocos kilómetros se optó por considerar como hora solar para todo el país la de la capital del mismo. De esta forma, ya en los años 20 del siglo pasado en España se fijó una hora oficial a partir de la hora solar de Madrid. El problema que implicaba esto es que al pasar la frontera era necesario modificar unos minutos el reloj. La hora de Francia, a partir de la la hora solar de París, no era la misma que la de España, pero la diferencia no era de horas enteras, sino de minutos.
La superación de este problema vino con los husos horarios: se dividió el planeta en 24 husos horarios de manera que la diferencia entre huso y huso era de una hora exacta. Cada país, así, no elegía propiamente la hora solar "exacta" de acuerdo con el lugar en el que se encontraba su capital u otra referencia que quisiera, sino que simplemente "elegía" el huso horario al que acomodaba su hora oficial. Normalmente cada país tiene una sola hora, excepto en aquellos casos en los que el país es grande y el ajustar todo el territorio a un solo horario supondría un desfase excesivo con la hora solar en algunos lugares. Véase, por ejemplo, como en España las Islas Canarias tienen una hora diferente que la España Peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla.
Así, la distribución de horas oficiales resulta de una mezcla entre los husos horarios, que deberían corresponderse estrictamente a 15% de longitud cada uno de ellos, y las fronteras de los Estados, tal como puede verse en el mapa siguiente.



Si observamos el mapa veremos que el territorio de España (excluidas las Islas Canarias) se corresponde casi perfectamente con el huso horario "0", esto es, con la hora de Greenwich; pero, sin embargo, esta no es la hora de España. España, como Francia, Italia, Alemania y gran parte de los Estados de la Unión Europea sigue la hora del huso siguiente (+1) que se corresponde con la hora solar de Alemania. En verano, al adelantar los relojes una hora la hora oficial en España está dos horas adelantada respecto a al hora solar.
¿Por qué ha pasado eso? Bien, durante la II Guerra Mundial, cuando los alemanes invadieron Francia impusieron la hora alemana y Franco hizo lo propio con España: nos impuso la hora alemana, y desde entonces nadie lo ha cambiado. De ahí que en España tengamos una hora más respecto a nuestra hora solar y dos horas en verano. Recuerdo que siendo yo un niño mi abuela siempre refunfuñaba y cada vez que decíamos la hora nos corregía y la retrasaba porque decía que la hora que teníamos no era la "verdadera". Ella se acordaba de aquel cambio de hora que, evidentemente, no le hizo mucha gracia, quizás también por venir de quien venía.
¿Tenía razón mi abuela? Bueno, la hora es una convención y como explicaba en realidad decir que ahora son las 08:47 o las 06:47 no tiene mayor importancia; pero hemos de ser conscientes que si tomáramos como referencia el camino del Sol por el cielo en este momento estaría más lejos del mediodía de lo que marca mi reloj.
¿Es esto relevante?
Quizás. Los seres humanos, como el resto de los animales, dependemos en gran medida del ciclo solar, y quizás esto explique algunas particularidades de las costumbres españolas.
Se dice que comemos tarde; pero si consideramos la hora solar no es así. En abril o mayo las dos y media de la tarde son las doce y media hora solar, así que en realidad comemos a la misma hora que el resto (teniendo en cuenta el sol). Lo mismo puede decirse de la cena e incluso de la hora de irse para la cama.
Ahora bien, más allá de estos ajustes que vamos haciendo "a nuestra manera", lo cierto es que el desfase entre la hora real y la hora solar puede tener consecuencias. Me levanto a las siete de la mañana. Eso implica que son las cinco respecto al sol. Cuando comienzo a trabajar son las ocho y media, pero en realidad son las seis y media de la mañana. Todo es relativo, pero ¿tanto? ¿quién no ha tenido la experiencia de intentar mandar a la cama a un niño a las nueve y media y darse cuenta de que el sol entra a raudales por la ventana? Bueno, es que las nueve y media son las siete y media de la tarde por la hora solar. Claro que a ese mismo niño lo despertaremos a la mañana siguiente... a las cinco y media (siete y media hora oficial).
En fin, que todo es relativo, pero que lo cierto es que las temporadas que he estado en Alemania todo me iba mucho más fluido. Me levantaba a las siete, pero eran las siete de verdad. Cuando me ponía a trabajar eran las ocho y media de verdad, no las seis y media según el horario solar, y a las cinco de la tarde tenía la sensación de que había hecho muchísimo, lo que no es extraño porque esas cinco de la tarde eran las siete a las que yo estaba normalmente acostumbrado.
En definitiva, que creo que haríamos bien en ajustar nuestra hora oficial a la hora solar, lo que implicaría retrasar nuestros relojes dos horas respecto al horario de verano y una hora en relación al de invierno. Tendríamos entonces la misma hora que Portugal, Irlanda, el Reino Unido y Marruecos. Quizás no la de Francia (aunque a Francia le corresponde más la hora del meridiano de Greenwich que la de Alemania); pero eso ¿tanto importa? ¿qué problemas tenemos ahora en nuestras relaciones con Londres porque allí sea una hora menos?
El otro problema que se plantea es que se haría pronto de noche. Cierto, anochecería "antes" (bueno, en realidad como siempre, pero antes en relación a nuestra hora oficial); pero también amanecería antes. Esto es, sería más fácil madrugar y más fácil recogerse antes en casa. Yo, desde luego, me apunto.

1 comentario:

Humberto dijo...

En realidad, Franco no impuso nada. Ni el propio Hitler tampoco. Simplemente ante el desconcierto horario que había en los años treinta se impuso el criterio alemán, cuyas razones son las actuales: racionalización de la vida y el comercio en función de las horas solares, y el general Degaulle, terminada la guerra, decidió que era bueno ese sistema basicamente porque no había otro mejor para la zona europea. Y Franco, pues lo mismo, si era bueno para ellos tambien lo sería para nosotros. Como se hiciera con la unificación de normas (DIN) o con el sistema métrico, en su día.
Antes de eso, los trabajadores de las fabricas, por ejemplo, ajustaban el horario a la estación en que se encontraran. En invierno entraban a una hora y en verano a otra. En Mallorca amanece primero que en Coruña. Y en Coruña anochece despúes que en Menorca.
Como anécdota, durante la guerra civil había un monton de husos horarios distintos y eso hacía imposible añgo tan básico como acordar el inicio de un combate, ppr lo que no quedaba otra que establecer un "horario oficial" para todo el país.