Se publica hoy en "El Mundo" un artículo sobre las presiones al rector y a la rectora de las dos universidades más importantes de Cataluña -tanto por el número de estudiantes como por su posición en los rankings internacionales, la UB (Universidad de Barcelona) y la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona)- por parte del nacionalismo. Un nacionalismo que ha llamado a señalar en esta Diada del 11 de septiembre a la UB y a reclamar que ni en esta universidad ni en la UAB haya rectorados "unionistas".
Tengo mis dudas de que, al menos en lo que se refiere a la UAB, la posición del rectorado pueda ser calificada de "unionista"; es más, creo que los hechos prueban un sesgo pronacionalista del equipo de gobierno, tal como intentaba explicar aquí al hilo de un artículo en "La Vanguardia" de hace un par de años; pero no quiero entrar ahora en ello, sino detenerme en un punto del artículo que me parece que es significativo.
En el artículo, la periodista, Olga R. Sanmartín, pregunta a los rectores de la UB y de la UAB, Joan Elías y Margarita Arboix, por los manifiestos aprobados por los claustros de sus universidades en apoyo a los líderes del intento de derogación de la constitución en Cataluña en el año 2017. Ambos rectores dicen que ellos no pueden inmiscuirse en lo que aprueba el claustro de la universidad; pero dan a entender que personalmente no comparten lo que allí se decía.
La periodista, entonces, les recuerda que ellos, como rectores, sí habían firmado un manifiesto parecido unos días antes suscrito por los rectores de todas las universidades públicas catalanas, agrupadas en una organización denominada ACUP (Asociación Catalana de Universidades Públicas). El manifiesto firmado por los rectores de las universidades públicas es el siguiente:
La noticia no indica qué comentó la rectora Arboix al respecto, pero sí recoge la valoración del rector Elías. Joan Elías dice que el comunicado fue resultado de una transacción y que él solo se responsabiliza de lo firmado como único autor.
"Solo se responsabiliza de lo que firma como único autor".
Tremendo.
Supongo que se lo explicará a su banco si le reclama que pague el préstamo que pidió junto con su pareja para la adquisición de su vivienda, por ejemplo. Por otra parte, y entrando ya en el mundo académico, no es infrecuente que haya artículos en coautoría. El propia Joan Elías tiene varios artículos firmados junto con otros autores. Por ejemplo:
¿Hemos de entender que no se responsabiliza de lo que se incluye en estos artículos? Absurdo ¿verdad?
Pero la afirmación de Elías no es una incoherencia o un desliz. No, es, por desgracia, algo más profundo, algo que explica muchas cosas en Cataluña.
La idea es que si simplemente me uno a lo que otros hacen mi responsabilidad es menor o inexistente. Entiendo -creo entender- la posición de Elías en el momento en el que le ponen delante el manifiesto de la ACUP. Con independencia de que esté o no de acuerdo con él pensaría ¿cómo voy a oponerme a algo del que los otros están tan convencidos? ¿cómo voy a siginificarme? o, ese viejo subterfugio, ¿cómo voy a significar a mi universidad? Unirse al carro triunfal no es malo en sí, es lo que hacen todos. ¿O creemos que todos los que recibían con vítores a Franco en las diferentes partes de España (también en Cataluña) eran fascistas convencidos? Hacer lo que te piden los demás, cuando además está en sintonía con el poder no te puede comprometer. Esa forma de pensamiento en la que hay terror físico a apartarse del mantra nacionalista explica muchas cosas en Cataluña y por eso la afirmación de Elías (no me haga responsable más de lo que firmo como único autor) no puede ser pasada por alto.
Esta explicación del rector de la UB resume perfectamente la importancia de crear un unanimismo social que impide la disidencia. El temor al extrañamiento, al señalamiento por parte del grupo y del poder público, la "muerte civil" a la que lleva enfrentarse directamente al nacionalismo es suficiente. Se entiende así mejor esta terrible imagen de la portada de un libro publicado en Cataluña hace unos años.
Solo me hago responsable de lo que firmo como único autor... o sea, que cuando me sumo a lo que otros dicen no soy responsable ¿cómo podrían exigirme responsabilidad por plegarme a la mayoría, por no apartarme de ese colectivo que actúa como una unidad? El temor de Elias Canetti a la masa le llevó a dedicar casi su vida a ese ensayo inclasificable y magnético que es "Masa y Poder" y del que podemos extraer una conclusión terrible: cuando el individuo se convierte en parte de la masa ya no es responsable de sus actos. Ya no es una persona, sino un engranaje de algo que tiene una naturaleza diferente a la de las personas consideradas como sujetos. La confesión del rector Elías (matemático, académico, rector) confirma de una manera estremecedora la fuerza que tienen los totalitarismos.
Advertirán ahora la dificultad de la tarea que hay por delante en Cataluña. Cuando un planteamiento ideológico ha conseguido llegar al punto en el que personas que se deberían presumir responsables y con criterio propio admiten que firman cosas de las que no se hacen responsables, cualquier avance, por minúsculo que sea, exige un esfuerzo titánico.
Seguramente los rectores Arboix y Elías son sinceros cuando explican lo mucho que les ha costado no plegarse a algunas de las peticiones del nacionalismo. El problema es que piensen que con eso se hace suficiente; pese a que lo que ya hacen (y aquí hablo por la UAB, que es la universidad que conozco) implique vulnerar derechos fundamentales, mirar para otro lado ante el acoso o el boicot o quebrar la necesaria neutralidad ideológica de la institución. El nacionalismo ha conseguido que todo esto pase por no tener importancia cuando las víctimas con quienes se oponen al nacionalismo.
No es extraño, por tanto, que ahora la ANC pida señalar a la UB. La clave de un régimen es impedir la disidencia desde el mismo inicio. Inocular un temor tan grande a quien se plantee apartarse de los dogmas que ni siquiera se plantee negarse a las exigencias del régimen. Esta es una de las claves de todo sistema totalitario: impedir la míima disidencia. La segunda es convertir en enemigos del pueblo a quienes se han apartado de los mencionados dogmas. Es claro que este es el esquema que se sigue en Cataluña: presión sobre quienes puedan dudar y estigmatización del que ya es irrecuperable. Conozco bien el mecanismo.
Tenemos que recuperar la responsabilidad. Ciertamente, cuando se firma un manifiesto o semejante no se está de acuerdo con el cien por cien de su contenido; pero se ha de estar de acuerdo con la mayoría del mismo y no puede haber nada en él que sea radicalmente contrario a los planteamientos propios. He dejado de firmar manifiestos por una sola frase. No pasa nada, nadie debería enfadarse (y tengo la suerte de que quienes me piden la firma en manifiestos no son personas que se enfaden si dicha firma no es aportada).
Ahora bien. Cuando firmo, sí me hago responsable de lo que he firmado.
2 comentarios:
Exacto, es el temor. Las excusas son patéticas. No se trata de unionismo o independentismo, sino de democracia y legalidad vs golpe de Estado y coacciones varias. De todos modos, es una lección de sociología sobre los manifiestos y su firma. Pero si un Rector no se planta, entonces estamos apañados.¡Ha de ser la manifestación pública de la libertad de la ciencia! Si no se sienten libres, acabemos ya con el trampantojo de la autonomía universitaria y que el Director general de universidades tome las decisiones en ejecución del programa gubernamental (con base democrática y control parlamentario). De acuerdo, es una exageración, pero es como si un policía dijera que se sintió incómodo al perseguir al ladrón o un cirujano que le dio repelús la sangre .
https://blogs.uab.cat/estelasenlamaramenos/2020/09/14/severo-bueno/
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