Tenemos un Ministro de Universidades que fue astronauta. Despegó hace años en un cohete y dio unas cuántas vueltas en torno a la Tierra, a unos centenares de kilómetros de altura.
Luego lo han hecho ministro de cosas terrenas, entre otras las Universidades.
Hoy se daba a conocer una carta firmada por 800 profesores universitarios (y unas cuántas personas más que no son profesores universitarios) en la que se denuncia la instrumentalización política de las Universidades catalanas en favor del proceso secesionista.
No es un tema menor. La neutralidad de las universidades públicas es una exigencia para la pureza de las elecciones de acuerdo con lo establecido en su momento por la Junta Electoral Central. Y, por si nos hemos olvidado, estamos en período electoral. Por otra parte, esta neutralidad es también imprescindible para garantizar la libertad ideológica en los campus. Otro tema que no es menor. Finalmente, dado que la falta de neutralidad es debida a una toma de partido por las Universidades en favor del secesionismo, que pone en riesgo la vigencia en Cataluña de la Constitución española con todo lo que eso implica no podemos decir que estamos ante una nadería.
Preguntado, sin embargo, nuestro ministro astronauta por la carta ha contestado literalmente "no me meto"
"No me meto".
Claro, ¿por qué se va a meter? Tampoco se metió hace unos meses cuando una Universidad, en teoría también dentro de su ámbito de competencias, fue condenada por vulnerar los derechos fundamentales de sus alumnos al discriminarlos por defender la Constitución en el campus.
Seguramente pensaba el astronauta metido a ministro que estas cosas de los derechos fundamentales, la neutralidad de las instituciones, la garantía de las libertades y la defensa de la Constitución es demasiado terreno (en el sentido de mundano) para él. A la vez que se conocía que los tribunales confirmaban que alumnos universitarios españoles habían visto vulnerados sus derechos fundamentales por la institución universitaria, el ministro, en respetuoso silencio ante tales vulneraciones y condenas, se dedicaba a tuitear sobre los problemas de la Estación Espacial Internacional.
Es de agradecer la empatía del ministro con los ocupantes de la estación; pero ¿no merecemos los universitarios españoles también su atención? Más que nada porque es el responsable dentro del gobierno de España del tema de Universidades y, por tanto, entre sus competencias se encuentra velar porque los derechos fundamentales sean respetados en todas las Universidades españolas y éstas cumplan su misión con respeto a las obligaciones legales y constitucionales.
Es su responsabilidad, señor Duque, y los universitarios no merecemos su desprecio.
Hoy ha sido un día muy duro para estudiantes universitarios que pretendían ir a clase y veían cómo encapuchados bloqueaban los accesos a sus centros. Ha habido enfrentamientos y, de nuevo, los derechos de los estudiantes se han visto vulnerados. Incluso se han gritado consignas amenazadoras como "Pim, pam, pum, que no quedi ni un".
Ante esto la valoración del Ministro es la que podría hacer un tertuliano a la vez que se escudaba en una falsedad: que no tiene jurisdicción. ¿Es que el Estado español no tiene competencias en materia de universidades? ¿Desconoce el ministro que la norma básica en la Universidad es la Constitución española? ¿Es ajena la Constitución española al Gobierno de España? ¿No sabe el Ministro que la segunda norma en relevancia en materia universitaria es la Ley Orgánica de Universidades que es una ley estatal? ¿Desconoce el Ministro que hay un estatuto estatal del estudiante universitario que garantiza los derechos básicos de todos los estudiantes universitarios?
Y a esto añade un retweet de un partido político. Una declaración del PSC, que comparto y que me parece muy bien; pero que no puede ser la respuesta de un Ministro a un problema que afecta a su área de competencia.
¿Cómo es posible que tengamos un ministro de Universidades que desconoce los elementos básicos del departamento que ha de gestionar?
De verdad ¿nos merecemos esto?
Señor ministro, ¿por qué no se incorpora a un programa espacial, no sé, el que se ocupa de planificar el primer viaje de un ser humano a Marte, se dedica a lo que le gusta y deja este cargo que a usted tan poco le parece importar y que tan importante es para el presente y el futuro del país?
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