sábado, 19 de octubre de 2019

El Tribunal de Estrasburgo y España

Esta tarde he estado repasando algunos datos sobre las decisiones del Tribunal de Estrasburgo. Los que aquí compartiré están tomados de la página web del propio Tribunal; aunque la elaboración es mía y, por tanto, yo soy el responsable de los errores que pueda haber cometido al operar con la información que he encontrado en dicha página wet (y que puede consultarse aquí).
Mi interés actual por el tema se vincula, como no, con el tema de la Sentencia del proceso, las acusaciones de que se trataba de un juicio político y la amenaza por parte de los nacionalistas de acudir al Tribunal de Estrasburgo para que este denuncie la falta de calidad de la justicia española.
Como es sabido, el mantra de que es España es una democracia fallida y que presenta déficits en lo que se refiere a la protección y garantía de los derechos fundamentales es un clásico en el argumentario independentista, habiendo penetrado este argumento también en ciertos ámbitos fuera de España; donde pueden encontrarse acusaciones alegres sobre los pretendidos defectos de nuestra democracia.
No entraré aquí directamente en estas acusaciones, sino que me limitaré a considerar algunas cifras que pueden ser significativas (y no solo en relación a España). En concreto, las relativas a las sentencias condenatorias dictadas por el Tribunal de Estrasburgo en relación a cada uno de los Estados miembros. A partir de aquí he elaborado los datos teniendo en cuenta la población de cada uno de los países y los años de vigencia del Convenio en cada país. El cuadro resultante con todos estos datos y con los países ordenados alfabéticamente (tomando como referencia el nombre en inglés) es el siguiente:


Este cuadro nos permite ver qué países tienen más condenas y cuáles menos. Si ordenamos este cuadro a partir del número de condenas de cada país, de menos a más condenas, nos encontraremos con el siguiente cuadro:


España se sitúa hacia la mitad de la tabla. Con 112 condenas está entre Letonia (111) y Macedonia (136). Como podemos ver por delante de países como Alemania (195 condenas), Reino Unido (315 condenas), Francia (736 condenas) o Italia (1830 condenas). En esta clasificación los países con menos condenas son Mónaco, Andorra y Liechtenstein.
No es sorprendente, porque es lógico que países pequeños (muy pequeños en realidad) tengan menos condenas que otros más grandes. Es por eso que creo más realista hacer una clasificación no a partir del número total de condenas; sino del número de condenas por cada millón de habitantes. De esta forma se tiene en cuenta el tamaño de los países y nos dará una imagen más real sobre el grado de cumplimiento del Convenio Europeo en cada uno de los Estados. El cuadro resultante es el que sigue:


Creo que este cuadro ya es más significativo. El país que, de acuerdo con este indicador, cumple mejor con el Convenio Europeo es Alemania, con tan solo 2,35 condenas por millón de habitantes. El segundo es España (2,38 condenas por millón de habitantes) y el tercero, Dinamarca. Los primeros diez países son, tras Alemania, España y Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Holanda, Noruega, Suecia y Francia. Los diez últimos en este ránking son Montenegro, Croacia, Grecia, Chipre, Bulgaria, Malta, Moldava, Eslovenia, Liechtenstein y San Marino. Si descartamos los países que tengan menos de un millón de habitantes (y en los que, por tanto, cualquier sentencia condenatoria supone una desviación importante sobre la media que se tuviera) y nos quedamos solamente con los países que superen ese millón de habitantes los diez con peores resultados serían los siguiente:
- Lituania.
- Letonia.
- Eslovaquia.
- Rumanía.
- Macedonia Norte.
- Croacia.
- Grecia.
- Bulgaria.
- Moldavia.
- Eslovenia.

Aún puede matizarse lo anterior teniendo en cuenta los años de vigencia del Convenio Europeo en cada país. Si tenemos eso en cuenta la clasificación anterior cambia ligeramente. Sería la siguiente:


Aquí España ya no es el segundo mejor país, sino el tercero. En el resto de las primeras diez posiciones nada cambia. Y en lo que se refiere a las diez últimas posiciones tan solo hay también cambios de orden entre los diferentes países.

Creo que los datos anteriores pueden ser interesantes. No se trata de juicios de valor descalificaciones (o calificaciones) gratuitas; sino datos sobre los que comentar, debatir y discutir; pero que creo que resultan claramente incompatibles con una afirmación que se repite con frecuencia: España no es una democracia plena. Falso. En España el respeto a los derechos fundamentales, a partir de los estándares internacionales objetivos, se situá en los niveles más altas del mundo, pudiendo compararse ventajosamente con países que son referencia de democracia para todos.

1 comentario:

Luis Antonio dijo...

Interesante información. Gracias