En el Mundial de Fórmula 1 las carreras de Francia, Inglaterra y Alemania marcan el ecuador del campeonato. Antes de estas pruebas clásicas se habían disputado siete carreras; tras ellas quedarán ocho grandes premios. Hemos dejado atrás circuitos exóticos (Malasia, Bahrein, Turquía) y las dudas del principio de temporada. Llega el momento de hacer balance, incluso de hacer previsiones sobre quién ganará el Mundial. Este año, sin embargo, la cosa está más difícil que nunca.
El principio de temporada mostró que las diferencias entre los equipos eran menores que nunca. Confiaba en que a medida que fueran pasando los grandes premios las cosas se irían aclarando. Tras una primera espectacular carrera de Hamilton en Australia, Ferrari parecía haber cogido las riendas del campeonato. Mónaco, sin embargo, no ratificó el dominio rojo. Entonces pensé: vamos a esperar a Canadá; pero en Canadá salió un gran premio "raro". La pista estaba extrañísima en la calificación y luego en la carrera el choque de Hamilton contra Raikkonen impidió que se pudieran sacar conclusiones. "Habrá que ver qué pasa en Francia", me dije. Pensaba que en Francia o bien se confirmaría el dominio de Hamilton o, al menos, la igualdad entre los máximos contendientes por el título. Sin embargo en Francia asistimos a un dominio apabullante de Ferrari. "Toca aguardar de nuevo" -pensé- "Inglaterra nos dará la medida del campeonato". Pero en Inglaterra el gran triunfador fue de nuevo el McLaren de Hamilton, con una demostración en agua realmente impresionante; ayudado por los errores de Ferrari, pero impresionante de todas formas.
Y ahora Alemania, donde Hamilton ha vuelto a dominar, esta vez en seco. A estas alturas, por tanto, la conclusión lógica sería la de que McLaren está un paso por delante de Ferrari. ¿Quiere decir esto que Hamilton camina seguro hacia su primer mundial? No diría tanto.
Para mí la clave de este Mundial es la igualdad entre los equipos. Muchísima igualdad. Esta igualdad hace que pequeños detalles alteren sustancialmente las carreras. Si un Ferrari o un McLaren se equivoca o comete un error en la calificación la sanción no es salir cuarto o quinto, sino séptimo o peor. BMW, Red Bull, Toyota o Renault están por detrás de Ferrari y McLaren, pero solamente si estos últimos van perfectos, al menor descuido les pueden pasar, como se ha visto este fin de semana, donde los Ferrari se vieron superados tanto en calificación como en carrera por coches teóricamente inferiores.
Esta igualdad también hace que las condiciones climatológicas jueguen un papel destacado. Parece ser que si en Alemania la temperatura hubiera subido aunque fuera cinco grados tan solo las tornas podrían haber cambiado y serían los Ferrari los dominadores.
Con esta situación, ¿qué nos espera de aquí al final del campeonato? En una situación como ésta, en la que el dominio del coche depende del ajuste al mínimo de todos los detalles la implicación del piloto es fundamental, las ganas que le ponga y el acierto en el reglaje y la concentración durante todo el fin de semana. Además el equipo tiene que acertar con las estrategias en todo momento.
En lo que se refiere al piloto, mi apuesta es por Hamilton. Massa fracasó estrepitosamente en una pista que se había puesto difícil (Canadá) y su actuación en Silverstone bajo el agua es para olvidar. Raikkonen es otra cosa, piloto rápido donde los haya; pero me da la impresión de que lo suyo no es currarse el set-up del coche. En el campeonato actual esto último es un handicap enorme. Sólo el piloto que pueda sacar un par de décimas extras del vehículo en cada gran premio podrá ser campeón.
En lo de las estrategias también McLaren va por delante de Ferrari. Es cierto que la pifiaron con Hamilton en Alemania, y solamente el increible talento de éste, su fe inquebrantable... y las órdenes de equipo permitieron resolver el desaguisado; pero en Silverstone la victoria estuvo fundamentada en la correcta elección de los neumáticos para cada momento de la carrera. Así pues en lo que se refiere a estrategias, ventaja también para McLaren.
Antes de acabar quisiera hacer una última reflexión sobre esto de las estrategias. En la temporada actual la igualdad entre los equipos ha propiciado varias sorpresas, la última el segundo puesto de Piquet en el Gran Premio de Alemania. Se darán más seguramente, creo que resulta inevitable. Me explico. Hay diez equipos. Dos que luchan por el título y otro que juega a prepararse para luchar por el título (BMW). Los otros siete están a pescar lo que puedan. Entre estos catorce pilotos resultará que en cada gran premio habrá alguno que elija una estrategia rara (la de Piquet de ir a una sola parada, por ejemplo). Las estrategias raras no funcionan si todo va normal, pero con incidentes pueden conseguir el éxito. Conclusión: siempre que pase algo raro (coche de seguridad, cambio inesperado de las condiciones meteorológicas...) habrá uno, dos o tres pilotos en disposición de aprovecharse de ello, y la consecuencia de todo esto será que veremos cómo la jerarquía natural de pilotos y equipos se altera. Incluso podría ir a más, porque tras los éxitos de Barrichello o Piquet puede haber más gente que se anime a ir probando por si suena la flauta. Y la flauta puede sonar muy fuerte. Si Kovalainen no se deja pasar por Hamilton el vencedor de la carrera del domingo hubiera sido Piquet. ¡Ver para creer!
El principio de temporada mostró que las diferencias entre los equipos eran menores que nunca. Confiaba en que a medida que fueran pasando los grandes premios las cosas se irían aclarando. Tras una primera espectacular carrera de Hamilton en Australia, Ferrari parecía haber cogido las riendas del campeonato. Mónaco, sin embargo, no ratificó el dominio rojo. Entonces pensé: vamos a esperar a Canadá; pero en Canadá salió un gran premio "raro". La pista estaba extrañísima en la calificación y luego en la carrera el choque de Hamilton contra Raikkonen impidió que se pudieran sacar conclusiones. "Habrá que ver qué pasa en Francia", me dije. Pensaba que en Francia o bien se confirmaría el dominio de Hamilton o, al menos, la igualdad entre los máximos contendientes por el título. Sin embargo en Francia asistimos a un dominio apabullante de Ferrari. "Toca aguardar de nuevo" -pensé- "Inglaterra nos dará la medida del campeonato". Pero en Inglaterra el gran triunfador fue de nuevo el McLaren de Hamilton, con una demostración en agua realmente impresionante; ayudado por los errores de Ferrari, pero impresionante de todas formas.
Y ahora Alemania, donde Hamilton ha vuelto a dominar, esta vez en seco. A estas alturas, por tanto, la conclusión lógica sería la de que McLaren está un paso por delante de Ferrari. ¿Quiere decir esto que Hamilton camina seguro hacia su primer mundial? No diría tanto.
Para mí la clave de este Mundial es la igualdad entre los equipos. Muchísima igualdad. Esta igualdad hace que pequeños detalles alteren sustancialmente las carreras. Si un Ferrari o un McLaren se equivoca o comete un error en la calificación la sanción no es salir cuarto o quinto, sino séptimo o peor. BMW, Red Bull, Toyota o Renault están por detrás de Ferrari y McLaren, pero solamente si estos últimos van perfectos, al menor descuido les pueden pasar, como se ha visto este fin de semana, donde los Ferrari se vieron superados tanto en calificación como en carrera por coches teóricamente inferiores.
Esta igualdad también hace que las condiciones climatológicas jueguen un papel destacado. Parece ser que si en Alemania la temperatura hubiera subido aunque fuera cinco grados tan solo las tornas podrían haber cambiado y serían los Ferrari los dominadores.
Con esta situación, ¿qué nos espera de aquí al final del campeonato? En una situación como ésta, en la que el dominio del coche depende del ajuste al mínimo de todos los detalles la implicación del piloto es fundamental, las ganas que le ponga y el acierto en el reglaje y la concentración durante todo el fin de semana. Además el equipo tiene que acertar con las estrategias en todo momento.
En lo que se refiere al piloto, mi apuesta es por Hamilton. Massa fracasó estrepitosamente en una pista que se había puesto difícil (Canadá) y su actuación en Silverstone bajo el agua es para olvidar. Raikkonen es otra cosa, piloto rápido donde los haya; pero me da la impresión de que lo suyo no es currarse el set-up del coche. En el campeonato actual esto último es un handicap enorme. Sólo el piloto que pueda sacar un par de décimas extras del vehículo en cada gran premio podrá ser campeón.
En lo de las estrategias también McLaren va por delante de Ferrari. Es cierto que la pifiaron con Hamilton en Alemania, y solamente el increible talento de éste, su fe inquebrantable... y las órdenes de equipo permitieron resolver el desaguisado; pero en Silverstone la victoria estuvo fundamentada en la correcta elección de los neumáticos para cada momento de la carrera. Así pues en lo que se refiere a estrategias, ventaja también para McLaren.
Antes de acabar quisiera hacer una última reflexión sobre esto de las estrategias. En la temporada actual la igualdad entre los equipos ha propiciado varias sorpresas, la última el segundo puesto de Piquet en el Gran Premio de Alemania. Se darán más seguramente, creo que resulta inevitable. Me explico. Hay diez equipos. Dos que luchan por el título y otro que juega a prepararse para luchar por el título (BMW). Los otros siete están a pescar lo que puedan. Entre estos catorce pilotos resultará que en cada gran premio habrá alguno que elija una estrategia rara (la de Piquet de ir a una sola parada, por ejemplo). Las estrategias raras no funcionan si todo va normal, pero con incidentes pueden conseguir el éxito. Conclusión: siempre que pase algo raro (coche de seguridad, cambio inesperado de las condiciones meteorológicas...) habrá uno, dos o tres pilotos en disposición de aprovecharse de ello, y la consecuencia de todo esto será que veremos cómo la jerarquía natural de pilotos y equipos se altera. Incluso podría ir a más, porque tras los éxitos de Barrichello o Piquet puede haber más gente que se anime a ir probando por si suena la flauta. Y la flauta puede sonar muy fuerte. Si Kovalainen no se deja pasar por Hamilton el vencedor de la carrera del domingo hubiera sido Piquet. ¡Ver para creer!
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