Mañana la prensa deportiva y general se rendirá de nuevo ante Fernando Alonso. El amo, arrollador, dominó de principio a fin... y un largo etcétera de hipérboles y loas. Ya he dicho que me declaro alonsoniano, y por tanto, me gusta que gane y que se reconozcan los méritos deportivos que, sin duda, tiene; pero tengo que ser fiel a mi criterio y manifestar que no son todo luces lo que brilla sobre su horizonte, pese al estupendo resultado de este fin de semana.
Si contemplamos los datos en un primer nivel tendríamos que concluir que el dominio de Alonso ha sido apabullante: mejor tiempo en las tres tandas de la calificación, líder de la carrera de principio a fin excepto cinco giros y vuelta rápida en carrera. Expediente inmaculado. Ahora bien, si descendemos un primer nivel en el análisis nos acercaremos más a la realidad.
Para mí la clave estuvo en el último giro de la Q3. Alonso había hecho un tiempo extraordinario en el primer intento, cuatro décimas más rápido que Hamilton (su único rival, no entraré ahora en el tema de la diferencia de coche entre McLaren y Ferrari porque creo que ya ha quedado suficientemente claro sobre la pista). Quedaba, sin embargo, el último intento. Hamilton hace una muy buena vuelta que por sólo cuatro centésimas no supera la anterior de Alonso. Alonso venía por detrás y en el primer sector había sido más rápido que Hamilton, pero en el segundo sector parece ser que cometió un falló y, a partir de ahí, levantó el pie sabiéndose ya en posesión de la pole. Gran mérito de Alonso el tiempo increible en su primer intento de la Q3, pero, de nuevo, comete un error en la vuelta decisiva, que no lo fue finalmente por esas escasas cuatro centésimas que dan título a esta entrada. Sin esas cuatro centésimas de nuevo nos encontraríamos, tal como sucedió en Turquía, con que Hamilton saldría por delante, pese a que Alonso es regularmente más rápido que Hamilton. Estos fallos repetidos de Alonso en el momento clave de la calificación (también le pasó en el gran premio de Europa, quedando por detrás de Kimi, y en Canadá, donde Hamilton le superó) me preocupan como seguidor suyo. Si se repiten tiene difícil la consecución del título. Para verlo especulemos con la situación en la que esas cuatro centésimas se hubiesen decantado del lado de Hamilton.
Alonso hubiera salido segundo, y dudo que hubiera mantenido esa posición. En la carrera real Hamiltón la peleó bien, pero este año no veo a Alonso fino en las salidas. De hecho hoy tanto Massa como Hamiltón le amenazaron, pese a que Alonso tenía toda la ventaja saliendo en la primera posición y, por tanto, obviamente, por la parte limpia de la pista. De estar en segunda posición quizá en el primer paso por meta Hamilton sería primero y Alonso tercero o cuarto. Y a partir de ahí, a sufrir. No veo a Alonso pasando a los Ferrari como Hamilton pasó a Raikkonen en la primera chicane. Echo a faltar ese punto de agresividad del que antes gozaba. Sin él, tendría que haberse mantenido detrás de los Ferrari mientras Hamilton abría hueco. Tras la retirada de Massa aún le quedaría Raikkonen por delante, sin posibilidad de adelantarlo en los boxes al ir el de Ferrari a una sola parada. Tercer puesto lo más probable. Quizás un segundo si el margen de diferencia entre los dos coches era el suficiente como para poder pasarlo sin arriesgar mucho. En cualquier caso, imposible el asalto a Hamilton. Poniéndonos, pues, en la mejor de las opciones resultaría que ahora Hamilton estaría siete puntos por delante de Alonso a falta de cuatro carreras. Medio campeonato en el bolsillo, pues Alonso no dispondría de ningún margen de error en las cuatro carreras que faltan. En la situación actual, en cambio, Alonso puede permitirse el lujo de quedar por detrás de Hamilton en una de ellas. Si le supera en las otras tres será campeón. Complicado, pero menos.
¿Qué nos espera, por tanto, hasta final de temporada?. A estas alturas creo que las cartas están ya sobre la mesa. Alonso es más rápido en carrera que Hamilton, y seguramente cuida más el coche, lo que disminuye las posibilidades de fallos mecánicos (aunque, desde luego, no la elimina). Hamilton, por contra, es más seguro en las vueltas decisivas de la calificación y le salen mejor los adelantamientos (Kubica en Magny Cours -creo que fue en Magny Cours-, Raikkonen hoy). En estas circunstancias Alonso tiene que sacar en cada circuito tres o cuatro décimas extra a partir del análisis del trazado, los reglajes y su inspiración al conducir si quiere superar a su compañero. Con un margen de sólo una o dos décimas sus fallos en la calificación le condenarán al segundo escalón del campeonato mundial. Hamilton debe seguir como hasta ahora. Con ir pegado a Alonso puede contar con que en la Q3 le superará, salvo que Alonso vaya muy descargado o realmente nos encontremos en un circuito donde Fernado vaya especialmente bien y encuentre ese algo diferente que le convierte en un piloto especial.
Queda el aspecto anímico y la concentración. En la última entrada comentaba, tras Turquía, que veía a Alonso más humilde y centrado. Creo que se dio cuenta de que en ese gran premio había dado una imagen mediocre, pese al buen resultado obtenido. En Monza creo que ha continuado esa progresión en el carácter. Centrado, serio sin ser arisco y pensando -eso creo- que en él está la clave para ganar el Mundial, incluso sin contar con todo el apoyo que quisiera del equipo. Su mirada en el podio era la de una persona feliz y serena. Que dure...
Siguiente parada, Spa, con Eau Rouge y su tiempo cambiante ¿qué nos encontraremos?
Si contemplamos los datos en un primer nivel tendríamos que concluir que el dominio de Alonso ha sido apabullante: mejor tiempo en las tres tandas de la calificación, líder de la carrera de principio a fin excepto cinco giros y vuelta rápida en carrera. Expediente inmaculado. Ahora bien, si descendemos un primer nivel en el análisis nos acercaremos más a la realidad.
Para mí la clave estuvo en el último giro de la Q3. Alonso había hecho un tiempo extraordinario en el primer intento, cuatro décimas más rápido que Hamilton (su único rival, no entraré ahora en el tema de la diferencia de coche entre McLaren y Ferrari porque creo que ya ha quedado suficientemente claro sobre la pista). Quedaba, sin embargo, el último intento. Hamilton hace una muy buena vuelta que por sólo cuatro centésimas no supera la anterior de Alonso. Alonso venía por detrás y en el primer sector había sido más rápido que Hamilton, pero en el segundo sector parece ser que cometió un falló y, a partir de ahí, levantó el pie sabiéndose ya en posesión de la pole. Gran mérito de Alonso el tiempo increible en su primer intento de la Q3, pero, de nuevo, comete un error en la vuelta decisiva, que no lo fue finalmente por esas escasas cuatro centésimas que dan título a esta entrada. Sin esas cuatro centésimas de nuevo nos encontraríamos, tal como sucedió en Turquía, con que Hamilton saldría por delante, pese a que Alonso es regularmente más rápido que Hamilton. Estos fallos repetidos de Alonso en el momento clave de la calificación (también le pasó en el gran premio de Europa, quedando por detrás de Kimi, y en Canadá, donde Hamilton le superó) me preocupan como seguidor suyo. Si se repiten tiene difícil la consecución del título. Para verlo especulemos con la situación en la que esas cuatro centésimas se hubiesen decantado del lado de Hamilton.
Alonso hubiera salido segundo, y dudo que hubiera mantenido esa posición. En la carrera real Hamiltón la peleó bien, pero este año no veo a Alonso fino en las salidas. De hecho hoy tanto Massa como Hamiltón le amenazaron, pese a que Alonso tenía toda la ventaja saliendo en la primera posición y, por tanto, obviamente, por la parte limpia de la pista. De estar en segunda posición quizá en el primer paso por meta Hamilton sería primero y Alonso tercero o cuarto. Y a partir de ahí, a sufrir. No veo a Alonso pasando a los Ferrari como Hamilton pasó a Raikkonen en la primera chicane. Echo a faltar ese punto de agresividad del que antes gozaba. Sin él, tendría que haberse mantenido detrás de los Ferrari mientras Hamilton abría hueco. Tras la retirada de Massa aún le quedaría Raikkonen por delante, sin posibilidad de adelantarlo en los boxes al ir el de Ferrari a una sola parada. Tercer puesto lo más probable. Quizás un segundo si el margen de diferencia entre los dos coches era el suficiente como para poder pasarlo sin arriesgar mucho. En cualquier caso, imposible el asalto a Hamilton. Poniéndonos, pues, en la mejor de las opciones resultaría que ahora Hamilton estaría siete puntos por delante de Alonso a falta de cuatro carreras. Medio campeonato en el bolsillo, pues Alonso no dispondría de ningún margen de error en las cuatro carreras que faltan. En la situación actual, en cambio, Alonso puede permitirse el lujo de quedar por detrás de Hamilton en una de ellas. Si le supera en las otras tres será campeón. Complicado, pero menos.
¿Qué nos espera, por tanto, hasta final de temporada?. A estas alturas creo que las cartas están ya sobre la mesa. Alonso es más rápido en carrera que Hamilton, y seguramente cuida más el coche, lo que disminuye las posibilidades de fallos mecánicos (aunque, desde luego, no la elimina). Hamilton, por contra, es más seguro en las vueltas decisivas de la calificación y le salen mejor los adelantamientos (Kubica en Magny Cours -creo que fue en Magny Cours-, Raikkonen hoy). En estas circunstancias Alonso tiene que sacar en cada circuito tres o cuatro décimas extra a partir del análisis del trazado, los reglajes y su inspiración al conducir si quiere superar a su compañero. Con un margen de sólo una o dos décimas sus fallos en la calificación le condenarán al segundo escalón del campeonato mundial. Hamilton debe seguir como hasta ahora. Con ir pegado a Alonso puede contar con que en la Q3 le superará, salvo que Alonso vaya muy descargado o realmente nos encontremos en un circuito donde Fernado vaya especialmente bien y encuentre ese algo diferente que le convierte en un piloto especial.
Queda el aspecto anímico y la concentración. En la última entrada comentaba, tras Turquía, que veía a Alonso más humilde y centrado. Creo que se dio cuenta de que en ese gran premio había dado una imagen mediocre, pese al buen resultado obtenido. En Monza creo que ha continuado esa progresión en el carácter. Centrado, serio sin ser arisco y pensando -eso creo- que en él está la clave para ganar el Mundial, incluso sin contar con todo el apoyo que quisiera del equipo. Su mirada en el podio era la de una persona feliz y serena. Que dure...
Siguiente parada, Spa, con Eau Rouge y su tiempo cambiante ¿qué nos encontraremos?
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