Es curioso lo de Ferrari: cuando tienen un coche decente les da por hacer cosas raras. Es una historia que se repite y repite, y además siempre esta carrera hacia el abismo comienza en Malasia. En el año 2009, cuando Kimi Raikkonen corría para ellos, le pusieron en Malasia neumáticos de lluvia extrema bajo un sol de justicia porque se pensaban que eran más listos que nadie y que el diluvio universal iba a caer sobre Sepang. El resto de equipos miraban con incredulidad el cielo azul y cómo los neumáticos del finlandés se destrozaban en un santiamén (lo comenté entonces aquí). Aquel año acabó ganando el mundial Jenson Button con su maravilloso Brawn del difusor mágico. En el año 2010, aquél en el que Alonso podría haber sido campeón, cuando Fernando era primero en el campeonato y Massa segundo, justamente en la carrera de Malasia cometieron el primer error grave del año (puede leerse el comentario en la entrada de este blog del 4 de abril de 2010 titulada precisamente "Ferrari tiene un problema"). En aquella ocasión retrasaron la salida de sus pilotos en la calificación esperando a que parara la lluvia y lo que sucedió fue justamente lo contrario, que la lluvia arreció y Alonso y Massa no pasaron ni siquiera a la Q2 (salieron decimonoveno, Alonso, y vigésimo primero, Massa). De nuevo el problema fue pasarse de listos; porque tratándose de la Q1 lo que tocaba hacer era cargar el coche de gasolina para no moverse de la pista en 20 minutos e ir haciendo vueltas a un ritmo suficiente en función del cambio de circunstancias. No lo hicieron así y el resultado es que todos conocemos, al final Vettel ganó el campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre Alonso, tras un nuevo error grave de estrategia de los de Maranello en la carrera de Abu Dhabi ("Vettel es campeón y ¿ha hecho el ridículo Ferrari?").
(Publicado en Marca)
Hoy el error evidente fue no haber hecho entrar a Alonso al final de la primera vuelta para cambiar el morro. Sería lo normal porque el morro estaba bastante, bastante descolgado. Es cierto que el año pasado en Abu Dhabi Vettel aguantó no sé cuántas vueltas con un morro a punto de caerse; pero me parece que a simple vista nos podíamos dar cuenta de que el de Alonso estaba bastante peor que el del alemán entonces. Quizás en los de Ferrari (que parecen bastante obsesionados con Vettel, y con razón) pesó el recuerdo de aquella carrera de la temporada pasada y la sensación de que el coche de Alonso parecía responder bastante bien; pero estando en la primera vuelta era la mejor opción con diferencia. Y ya sé que a toro pasado es fácil decirlo; pero hay que tener en cuenta que las posibilidades de desastre eran muchas. Incluso aunque el morro no se hubiera quedado enganchado al coche y Alonso hubiera podido seguir hay que pensar que el circuito de Sepang es muy largo, y si se te cae el morro en la recta de meta (como le pasó a Alonso), en el caso de que puedas continuar tienes que hacer más de cinco kilómetros sin morro, lo que es mucho y supone que todos los demás te metan una pila de segundos. Tocaba dar gracias al cielo porque Alonso había llegado al final de la primera vuelta con el coche en la pista, entrar y confiar en que con un coche como el Ferrari se podía dar una remontada histórica, teniendo en cuenta además todo lo que podía suceder con los cambios de neumáticos y la variación en el tiempo.
Eso hubiera sido lo normal, lo que hubiera hecho cualquier otro equipo y lo que tendría que haber hecho Ferrari. Intentar aguantar otra vuelta en aquellas condiciones era tentar a los dioses y estos no están por la labor de favorecer a Alonso. No les salió bien y espero que hayan aprendido la lección: las extravagancias mejor dejarlas para cuando se tenga el campeonato ganado matemáticamente; entre tanto habría que intentar seguir estrategias "normales", más o menos arriesgadas, evidentemente; pero nunca aquéllas en las que solamente tienes una oportunidad entre diez (siendo generosos) de salir airoso.
(Publicado en Sport)
Por lo demás la carrera fue muy interesante por ver cómo los equipos utilizaban las órdenes de equipo y la forma en que las seguían (o no) los pilotos. En el caso de Red Bull es evidente que Vettel se saltó la orden de mantener posiciones tras el último cambio de neumáticos. Todo más divertido, evidentemente, pero injusto. Webber había actuado en el convencimiento de que no sería atacado por su compañero, tal como explicó, habían cambiado el mapa motor para reducir riesgos sin preocuparse de que se le acercara Vettel. Si Webber no hubiera contado con esta seguridad podría haber conducido de otra manera. Ahora ya nunca lo sabremos, porque lo cierto es que Vettel atacó a traición (podríamos decir metafóricamente) y la cara que le quedó a Webber fue un poema. Distinto hubiera sido que Vettel hubiera insistido a su equipo en que le dejaran vía libre y que una vez concedida la venia Webber fuera también consciente de que la lucha se retomaba. Eso hubiera sido lo justo, porque atacar a un piloto que no se espera que vaya a ser atacado no tiene mucho mérito, la verdad.
Otro caso de órdenes de equipo es el que se dio en Mercedes. Ahí el disciplinado Rosberg se mantuvo detrás de Hamilton a pesar de que la impresión era de que podría haberlo pasado incluso sin DRS. Aquí no entiendo la insistencia de Mercedes en proteger a Hamilton. Estamos iniciando el campeonato, Hamilton tenía problemas y Rosberg iba como un tiro ¿por qué parar también a Rosberg? ¿No hubiera sido más lógico haber dado instrucciones a Hamilton para que no entorpeciera a su compañero? Creo que eso hubiera sido lo más lógico y justo. Además el espectáculo hubiera ganado. En fin, que lo de las órdenes de equipo es inevitable; pero no me parece adecuado que se utilicen para frenar al piloto que está yendo más rápido. En fin, quizás este Gran Premio de Malasia implique algún nuevo movimiento en relación a este viejo tema: las órdenes de equipo.
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