Algunas reflexiones puramente personales, más que nada para ordenar ideas.
Cuatro meses después de las elecciones generales nada se mueve en el frente. Una guerra de desgaste entre los partidos con escaramuzas aquí y allá que les debilitan a ellos y hacen daño al país.
Y ahora, a pocos días de que se convoquen de nuevo las elecciones, nada parece cambiar. Se sabe del desencanto de la ciudadanía, pero todos parecen confiar su suerte a perder menos que los demás en unos nuevos comicios. La falta de ilusión se extiende entre los españoles que ven cómo pasan los meses sin que se aborden los problemas que deberían centrar la acción de un gobierno cuya interinidad podría extenderse hasta el otoño.
¿Volverán a recurrir a nosotros para resolver el atasco en el que se ha colocado la política española? Parece ser que sí, y tan solo falta que nos culpen a nosotros también de este bloqueo, al igual que se nos endilgó de forma tan injusta la responsabilidad de la crisis económica (¿recordamos? "habéis vivido por encima de vuestras posibilidades").
Sería un enorme fracaso de los partidos políticos una repetición de las elecciones. Debe encontrarse la manera de salir de la situación paralizante en la que nos encontramos.
Hagamos cuentas:
Tras las elecciones generales de 2015 el Congreso tiene la siguiente composición:
PP: 123 diputados.
PSOE: 90 diputados.
Podemos & friends: 69 diputados.
C's: 40 diputados.
ERC: 9 diputados.
Democracia y Libertad: 8 diputados.
PNV: 6 diputados.
Unidad Popular: 2 diputados.
Bildu: 2 diputados.
Coalición Canaria: 1 diputado.
¿Qué posibilidades de pacto hay con este Congreso?
1) Por una parte tenemos las fuerzas políticas que plantean la ruptura del Estado. Estas fuerzas incluyen a los 9 diputados de ERC, los 8 diputados de Democracia y Libertad (DL) y los 2 diputados de Bildu; en total, 19 diputados. Incluso sumando a los diputados del PNV este núcleo rupturista no sumaría más que 25 diputados. Si le añadimos los 69 diputados de Podemos y las distintas marcas con las que ha comparecido en varias comunidades autónomas se llega a 94 diputados, añadiendo los 2 de Unidad Popular el resultado final sería de 96 diputados. Evidentemente, insuficientes para gobernar.
¿Se puede sumar a este bloque alguien más? Diría que no (aparte de la incognita de Coalición Canaria). Ni el PP ni el PSOE ni C's admiten la posibilidad de una ruptura constitucional por lo que su consideración a efectos de apoyar una quiebra del Estado como la que propondría el grupo anterior no resulta factible.
2) Frente al bloque anterior nos encontramos con el de los partidos que se oponen a esa posibilidad de fragmentación del Estado (PP, PSOE, C's). Estos partidos suman un total de 253 diputados. Una amplísima mayoría que permitiría gobernar y reformar. Si estos partidos (PP, PSOE, C's) asumieran que el principal problema que tenemos actualmente es el desafío secesionista, concretado en el proceso separatista catalán y su posible confluencia con el equivalente en el País Vasco y en Navarra no debiera haber tardado más que unas semanas el haber concluido un pacto entre estas fuerzas que habría dado estabilidad al país. Se trata de un pacto cuya necesidad se ha hecho más evidente a medida que Podemos ha dado muestras más claras de su complicidad con los secesionistas, lo que, a su vez, le aleja de otros pactos posibles.
3) Una tercera posibilidad hubiera sido la de llegar a un acuerdo entre los partidos que plantean la necesidad de reformas en nuestro sistema, pero sin volatilizar la Constitución. Si incluyéramos en este grupo a C's, PSOE y Podemos la suma de los tres alcanzaría los 199 diputados; suficientes para llegar a la mayoría absoluta. Ahora bien, esta posibilidad es más una fantasía que una realidad, toda vez que Podemos se ha ubicado, como hemos visto, en el grupo rupturista, lo que impide que pacte con C's y, en buena lógica, también con el PSOE. Incluso aunque asumiéramos que el PSOE estuviera dispuesto a buscar una alianza con Podemos sin contar con C's resultaría que la coalición pretendida no podría salir adelante más que si a los 159 diputados de la suma de PSOE y Podemos se añade alguno de los grupos que plantean la desaparición de España (incluso incluyendo en la coalición al PNV, Unidad Popular y Coalición Canaria no se superan los 168 diputados, por lo que es preciso contar con ERC o DL). Esto es, esta tercera posibilidad nos conduce, de nuevo, a la primera; y ello como consecuencia de la complicidad de Podemos con los separatistas.
Así pues las posibilidades reales de pacto se sitúan en el bloque 2: PP, PSOE, C's. Aquí, a su vez, hay varias opciones. La más obvia es la "gran coalición", la suma de los tres partidos que ofrece una amplísima mayoría en el Congreso (y también en el Senado). Ahora bien, también otras combinaciones son numéricamente factibles.
En primer lugar, la suma de PP y PSOE ofrece también una muy amplia mayoría (213 diputados). En este caso los votos de C's no son necesarios para gobernar. Lo mismo da que vote a favor, se abstenga o vote en contra. En cualquier caso la coalición entre PP y PSOE saldría adelante.
La segunda posibilidad es la de un acuerdo entre PP y C's. En este caso si el PSOE se abstiene los 163 diputados del Partido Popular y de Ciudadanos bastan para superar al resto de fuerzas del Congreso, por lo que dicho Gobierno también sería posible.
Finalmente, también es posible un acuerdo de gobierno entre PSOE y C's contando con la abstención del PP, ya que los 130 diputados de la suma de PP y C's suman más que los 97 diputados restantes tras descontar también los 123 del PP.
En consecuencia, pese a la fragmentación del Congreso existen varias combinaciones posibles que ofrecerían a España un gobierno más o menos fuerte (en función de la opción elegida). ¿Por qué no se concluye alguno de estos pactos? Veamos la posición de los partidos implicados:
- El PP estaría de acuerdo en un pacto a tres con el PSOE y C's, y también en un acuerdo con el PSOE. Supongo que también en un acuerdo con C's respaldado por el PSOE. No admitiría, en cambio, un acuerdo entre PSOE y C's que necesitara de su abstención para salir adelante.
- El PSOE, solamente estaría de acuerdo con una de estas opciones: un gobierno de PSOE y C's que contara con la abstención del PP. Ninguna posibilidad que pasara por la participación del PP en el Gobierno sería admisible para este partido.
- C's estaría conforme con cualquiera de las opciones planteadas.
Al final, por tanto, todo se resume en que el PP no admitiría un gobierno presidido por Pedro Sánchez (coalición PSOE/C's) ni el PSOE uno presidido por Mariano Rajoy (gran coalición o pacto entre PP y C's). Creo que un país maduro debería encontrar soluciones para un bloqueo como éste cuando resulta evidente la conveniencia de un pacto, máxime cuando no existe ninguna garantía de que una repetición de las elecciones fuera a dar un resultado sustancialmente diferente del que ahora tenemos.
Siendo de pueblo como soy, y habiendo llegado a la conclusión que de las tres posibilidades de pacto existentes dos pasan por una presidencia del PP (el partido que ha ganado las elecciones) y solo una por la del PSOE, me tienta plantear que se dejara a este último partido elegir cuál de las coaliciones apoyar; si la gran coalición o un gobierno de PP y C's designado gracias a la abstención del PSOE. Incluso creo que se podría llegar a plantear la posibilidad de que dentro de estos márgenes se debatiera sobre quién debería asumir la posición de Presidente del Gobierno de tal forma que quien da apoyo externo al mismo sugiriera qué persona del partido ganador de las elecciones debiera asumir esa responsabilidad.
Todo antes de unas nuevas e inciertas elecciones que retrasarían la adopción de medidas y reformas que son necesarias y que pueden hacer peligrar la precaria recuperación en que nos encontramos.
Un poco de responsabilidad, por favor.
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