domingo, 29 de enero de 2012

Lo de Spanair

Hace un año escribía esto sobre las primeras medidas adoptadas por el "Gobierno de los mejores". Entonces me quejaba, entre otras cosas, de las ayudas a Spanair y en un comentario (firmado por Carlos) se apuntaban las dudas que planteaban dichas ayudas desde la perspectiva del Derecho de la competencia y la limitación que éste establece respecto a las ayudas estatales.
Ahora un año después se ha concretado la debacle y el presidente Mas reconoce que por la compañía hicieron "lo que han podido y más". Ya me gustaría que se hiciera también lo que se pudiera (ya no pido que se haga más de lo que se pueda, porque tratándose de dinero público este "más de lo que se pueda" se acerca peligrosamente a la irregularidad administrativa o, incluso, la malversación); pero sí al menos todo lo que se pueda por la sanidad, la educación y los servicios sociales. Seguramente es pedir demasiado que en esta época excepcional que nos toca vivir los gobernantes se den cuenta de que no estamos para subvencionar aeropuertos o líneas aéreas, ni para festejos y televisiones; que debemos centrarnos en lo esencial y abordar los problemas como lo que son: problemas graves que no se resuelven simplemente recortando a quienes no pueden hacer nada para evitar lo que se les viene encima (funcionarios, pensionistas) para seguir pagando a los que viven cómodamente instalados en el sistema (medios de comunicación subvencionados, circuitos de cursos y formación, agencias y empresas públicas, etc.).
Hacer política no es más que elegir; elegir sabiendo que la elección afectará a vidas y personas; ahora y en el futuro. Y lamento decir que las elecciones que se han hecho en el último año me parecen casi todas equivocadas.

1 comentario:

armando alonso dijo...

Amigo Rafael.
Totalmente de acuerdo contigo. En mi opinión, lo de Spanair es una muestra más de "aires de grandeza" de políticos pequeños. La idea de querer potenciar una aerolínea nacional y justificar así las ayudas públicas, me parece muy paleto. Y sobre todo, falto de todo rigor económico (a las pruebas me remito). Tú, que conoces mejor que yo la realidad economico-financiera catalana, apuntas solo unos pocos datos, para ver lo que se podría hacer con ese dinero tirado a la basura. Entretanto, nuestros políticos (todos) sacando pecho y buscando un voto al precio que sea. Eso sí, con nuestro dinero.
Un saludo