Cosas que no son normales:
1) No es normal que se le pregunte al Presidente de la Generalitat por la Agencia Nacional de Seguridad Catalana, que este diga que no sabe nada del tema, que en la repregunta se le saque un documento de la Generalitat sobre ese organismo y que el Presidente de la Generalitat ¡siga diciendo que no sabe nada!
2) No es normal que ante un documento como el que salió ayer en el Parlamento no se inicien investigaciones de oficio por parte de la Fiscalía para determinar si se ha desviado dinero público para actuaciones que no entran en las competencias de la Generalitat y para investigar si se están realizando actos preparatorios para la comisión de delitos, ya que investigar a los ciudadanos fuera del marco legal en materia de seguridad e inteligencia es un delito, y más si lo hacen los poderes públicos.
3) No es normal que ante un hecho de esta gravedad no se estén formulando ya preguntas en el Congreso de los Diputados para que se informe de qué actuaciones está llevando a cabo el Gobierno Español para impedir que se monte en Cataluña una agencia de seguridad. No hay que olvidar que desde una perspectiva internacional lo que haga esta agencia -que se está planteando entrar en contacto con agencias de inteligencia extranjeras (de Israel)- será responsabilidad del Estado español, ya que la Generalitat de Catalunya carece de subjetividad internacional.
4) No es normal que ante la gravedad de la situación -y que no se limita a lo sucedido ayer en el Parlamento de Cataluña, pues hay que recordar que anteayer dos diputados del PSC, Ferran Pedret y Xavier Sabaté, solicitaron formalmente a la Fiscalía que investigara las actuaciones de CESICAT, una agencia catalana que podría estar realizando seguimientos a ciudadanos al margen de la ley- el espacio que dedican los medios de comunicación al tema es mínimo. Esto último no debería sorprendernos pues se corresponde con lo escaso de la atención que los medios tradicionales dedican a temas de una tremenda transcendencia, pero que pueden resultar incómodos (el regalo de 30.000 millones a la banca que se acaba de hacer -30.000 millones de euros, casi nada, 600 euros por español, una familia de 4 miembros 2400 euros-; el informe de la autoridad bursátil europea sobre las irregularidades de las agencias de calificación de deuda soberana, etc.)
Casi nada es normal, y es para estar preocupado.
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