Hace unos meses, tras el gran premio de Mónaco, mantuve, contra lo que se decía en la mayoría de la prensa, que McLaren tenía mejor coche que Ferrari. A estas alturas, cuando quedan solamente cinco carreras para que acabe el campeonato y después del doblete de Ferrari en Turquía sigo manteniendo lo mismo, y la carrera turca, paradógicamente, creo que confirma mi teoría.
Para empezar, los dos primeros pilotos en el mundial son los dos de McLaren y, evidentemente, McLaren sigue siendo el primero en el mundial de constructores, incluso sin los puntos perdidos en Hungría por la sanción de la FIA. Tal como ya expuese en otra entrada anterior, ante esta circunstancia ha de ser quien sostenga que Ferrari tiene mejor coche el que pruebe su aseveración. Además, creo que en Turquía también los mejores coches fueron los McLaren, y aquí asumo la tarea de probarlo, pues habiendo hecho doblete los Ferrari es a mi a quien corresponde esa carga.
En primer lugar, en la calificación, teniendo en cuenta la diferencia de combustible entre los McLaren y los Ferrari, los McLaren fueron más rápidos, al menos el McLaren de Hamilton, pues Alonso nos volvió a obsequiar con un fallo en la calificación, en este caso, parece ser, al elegir mal los neumáticos con los que tenía que dar su última vuelta. Tras el fallo, relativo, en la calificación, los dos McLaren debían salir por la parte sucia de la pista, y aquí, de nuevo, la opción (¿o necesidad?) de montar ruedas duras convirtió la salida en una tortura, perdiendo Hamilton un puesto y Alonso dos.
Tras la salida Alonso estaba ya descartado, pero Hamilton se pegó a los dos Ferrari manteniendo siempre una separación con ellos que no llegó a ser alarmante. En el primer repostaje no les pudo pasar, pero en el segundo contaba, al menos, con cuatro o cinco vueltas más que Raikkonen y Massa, lo que le hubiera permitido pelear por la victoria.
Fue una lástima el reventón (y eso que me declaro alonsoniano), porque de no haber sucedido hubiéramos asistido a un final de carrera electrizante. Para Raikkonen a repostar y cambiar neumáticos y Massa se queda en la pista. En esas circunstancias ¿qué haría Massa? tiraría con el riesgo de llevar a Hamilton pegado y perjudicar así a Raikkonen, o por el contrario le frenaría perdiendo la posibilidad de ganar pero asegurando el primer puesto para Raikkonen. Mi opinión es de que de hacer lo primero sería Hamilton el vencedor de la carrera, pasando a ambos Ferrari en sus vueltas extra antes del último repostaje. Si hace lo segundo Raikkonen ganaría, Hamilton sería segundo y Massa tercero, aunque presionando a Hamilton calzado con neumáticos blandos. En fin, mucho más interesante que el tostón que fueron finalmente las 16 últimas vueltas del gran premio.
¿Y Alonso? Ya he dicho que me declaro alonsoniano (o como narices se diga), pero tengo que reconocer que no me está convenciendo esta temporada. Son muchas ya las calificaciones en las que se equivoca. En Turquía estuvo lejos de poder aspirar a la pole frente a los Ferrari y Hamilton, pese a que llevaban la misma gasolina. En la salida le tocó bailar con la más fea, una situación complicada con los BMW saliendo junto a él y uno, además, con neumáticos blandos; pero de él se espera que haga algo más que un piloto normal, que se invente algo (¿tomar por fuera la curva 1 para así ganar el interior en la 2, por ejemplo?). Después le fue imposible pasar a Heifeld en pista. Bien que en sólo en una vuelta extra que tuvo respecto a él fue capaz de superarle; pero realmente fue el único detalle de clase que se le vio en todo el Gran Premio (ese y el inútil mejor tiempo en la Q2, mejor vuelta de todo el fin de semana, por cierto). Cuando se quedó sólo en cuarta posición, sin nadie entre Hamilton y él no fue capaz de recortar a su compañero. Su tan cacareado ritmo de carrera no salió por ninguna parte. Bien es verdad que era imposible ya acercarse a Hamilton y quizás pensó en conservar motor (aunque, si no me equivoco, en el próximo gran premio estrena motor); pero en las circunstancias actuales éste era un momento para demostrar quién es el mejor en la pista, aunque no sirviera de nada, rodar consistentemente unas cuantas vueltas dos o tres décimas más rápido que Hamilton hubiera sido un golpe de efecto, y no cuando estás a punto de entrar a cambiar ruedas, como lo hizo, sino en el mismo momento en el que tienes pista libre. De otra forma no le metes el miedo en el cuerpo a nadie.
El motivo para la esperanza de los seguidores de Alonso, entre los que me cuento, es que su actitud en este gran premio ha sido más tranquila y reflexiva que en los anteriores. Sus palabras en la rueda de prensa diciendo que había que mejorar, creo que iban más dirigidas a él mismo que a la escudería. El sabe mucho mejor que yo que tiene mejor coche que Massa y Raikonnen, y su única preocupación ha de ser hacerlo mejor que Hamilton, tanto en calificación como en carrera. Si asume que Hamilton es bueno y que tendrá que sacar lo mejor de sí para derrotarlo quizás vuelva a ser campeón del mundo, y si esta temporada no le hunde y a su pilotaje y conocimiento del coche une virtudes como la templanza, el don de gentes y el dominio de sí nos podríamos encontrar ante un nuevo Alonso, un piloto que podría llegar a ser el mejor de la historia. El tiempo nos dirá en qué queda todo.
Para empezar, los dos primeros pilotos en el mundial son los dos de McLaren y, evidentemente, McLaren sigue siendo el primero en el mundial de constructores, incluso sin los puntos perdidos en Hungría por la sanción de la FIA. Tal como ya expuese en otra entrada anterior, ante esta circunstancia ha de ser quien sostenga que Ferrari tiene mejor coche el que pruebe su aseveración. Además, creo que en Turquía también los mejores coches fueron los McLaren, y aquí asumo la tarea de probarlo, pues habiendo hecho doblete los Ferrari es a mi a quien corresponde esa carga.
En primer lugar, en la calificación, teniendo en cuenta la diferencia de combustible entre los McLaren y los Ferrari, los McLaren fueron más rápidos, al menos el McLaren de Hamilton, pues Alonso nos volvió a obsequiar con un fallo en la calificación, en este caso, parece ser, al elegir mal los neumáticos con los que tenía que dar su última vuelta. Tras el fallo, relativo, en la calificación, los dos McLaren debían salir por la parte sucia de la pista, y aquí, de nuevo, la opción (¿o necesidad?) de montar ruedas duras convirtió la salida en una tortura, perdiendo Hamilton un puesto y Alonso dos.
Tras la salida Alonso estaba ya descartado, pero Hamilton se pegó a los dos Ferrari manteniendo siempre una separación con ellos que no llegó a ser alarmante. En el primer repostaje no les pudo pasar, pero en el segundo contaba, al menos, con cuatro o cinco vueltas más que Raikkonen y Massa, lo que le hubiera permitido pelear por la victoria.
Fue una lástima el reventón (y eso que me declaro alonsoniano), porque de no haber sucedido hubiéramos asistido a un final de carrera electrizante. Para Raikkonen a repostar y cambiar neumáticos y Massa se queda en la pista. En esas circunstancias ¿qué haría Massa? tiraría con el riesgo de llevar a Hamilton pegado y perjudicar así a Raikkonen, o por el contrario le frenaría perdiendo la posibilidad de ganar pero asegurando el primer puesto para Raikkonen. Mi opinión es de que de hacer lo primero sería Hamilton el vencedor de la carrera, pasando a ambos Ferrari en sus vueltas extra antes del último repostaje. Si hace lo segundo Raikkonen ganaría, Hamilton sería segundo y Massa tercero, aunque presionando a Hamilton calzado con neumáticos blandos. En fin, mucho más interesante que el tostón que fueron finalmente las 16 últimas vueltas del gran premio.
¿Y Alonso? Ya he dicho que me declaro alonsoniano (o como narices se diga), pero tengo que reconocer que no me está convenciendo esta temporada. Son muchas ya las calificaciones en las que se equivoca. En Turquía estuvo lejos de poder aspirar a la pole frente a los Ferrari y Hamilton, pese a que llevaban la misma gasolina. En la salida le tocó bailar con la más fea, una situación complicada con los BMW saliendo junto a él y uno, además, con neumáticos blandos; pero de él se espera que haga algo más que un piloto normal, que se invente algo (¿tomar por fuera la curva 1 para así ganar el interior en la 2, por ejemplo?). Después le fue imposible pasar a Heifeld en pista. Bien que en sólo en una vuelta extra que tuvo respecto a él fue capaz de superarle; pero realmente fue el único detalle de clase que se le vio en todo el Gran Premio (ese y el inútil mejor tiempo en la Q2, mejor vuelta de todo el fin de semana, por cierto). Cuando se quedó sólo en cuarta posición, sin nadie entre Hamilton y él no fue capaz de recortar a su compañero. Su tan cacareado ritmo de carrera no salió por ninguna parte. Bien es verdad que era imposible ya acercarse a Hamilton y quizás pensó en conservar motor (aunque, si no me equivoco, en el próximo gran premio estrena motor); pero en las circunstancias actuales éste era un momento para demostrar quién es el mejor en la pista, aunque no sirviera de nada, rodar consistentemente unas cuantas vueltas dos o tres décimas más rápido que Hamilton hubiera sido un golpe de efecto, y no cuando estás a punto de entrar a cambiar ruedas, como lo hizo, sino en el mismo momento en el que tienes pista libre. De otra forma no le metes el miedo en el cuerpo a nadie.
El motivo para la esperanza de los seguidores de Alonso, entre los que me cuento, es que su actitud en este gran premio ha sido más tranquila y reflexiva que en los anteriores. Sus palabras en la rueda de prensa diciendo que había que mejorar, creo que iban más dirigidas a él mismo que a la escudería. El sabe mucho mejor que yo que tiene mejor coche que Massa y Raikonnen, y su única preocupación ha de ser hacerlo mejor que Hamilton, tanto en calificación como en carrera. Si asume que Hamilton es bueno y que tendrá que sacar lo mejor de sí para derrotarlo quizás vuelva a ser campeón del mundo, y si esta temporada no le hunde y a su pilotaje y conocimiento del coche une virtudes como la templanza, el don de gentes y el dominio de sí nos podríamos encontrar ante un nuevo Alonso, un piloto que podría llegar a ser el mejor de la historia. El tiempo nos dirá en qué queda todo.