Hace un año la ANC fijaba en el 23 de
abril de 2015 la proclamación de la independencia de Cataluña. No parece que
ese plan vaya a ser llevado a cabo. El 23 de abril de 2015 no será el día de la
independencia, sino la fiesta del libro y de la rosa, una jornada con la que la
sociedad catalana, culta y afable, se identifica plenamente. Este año será,
también, el primer aniversario del nacimiento de Societat Civil Catalana.
No es aventurado establecer una relación
entre el incumplimiento del calendario secesionista y la movilización de la
sociedad catalana en contra de la independencia de la que la creación de
Societat Civil Catalana es un ejemplo. En un momento inesperado, cuando la
opinión publicada y el debate político se había situado claramente a favor de
la secesión o, al menos, del inexistente “derecho a decidir”, los catalanes
encontraron valor para dar un paso hacia la sensatez y, desafiando el
pensamiento dominante, dijeron y argumentaron que la secesión ni era deseada ni
convenía a Cataluña. Un año después el aparente consenso hacia la independencia
ha dado paso al debate y donde no había dudas ahora va consolidándose la
certeza de que la independencia sería perjudicial para los catalanes.
Societat Civil Catalana celebrará el
aniversario de su creación en el Teatro Principal de Barcelona, este 23 de
abril a las siete de la tarde. No se trata de quedarse en el punto donde nos
encontramos, sino de revertir la situación y conseguir que Cataluña se
convierta en una comunidad donde el respeto al Estado de Derecho y a la
democracia sean plenos y donde los nacionalismos identitarios tengan un lugar
marginal en el debate público. De todo eso hablaremos el día 23 de abril.
La tarea no ha hecho más que comenzar.
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