Casi me caigo de la silla. Hace un momento estaba curioseando en la página web de la Unión Europea (europa.eu) y allí encontré un rincón que se denomina "La UE en breve". Entre otras cosas incluye una pequeña nota sobre cada uno de los países de la Unión y sus datos básicos (extensión, población, bandera...). Por curiosidad entro en el apartado que se dedica a España y allí leo lo siguiente "los principales sectores económicos de España son la agricultura (especialmente frutas y hortalizas, aceite de oliva y vino), la pesca, la industria textil y automovilística y el turismo". Me froto los ojos y agarro la última edición del "Pocket World in Figures" que publica The Economist. Allí compruebo que en el producto interior bruto español la agricultura tiene un peso del 4,1%, la industria de un 29,2% y los servicios de un 66,8%. Es lo lógico. Hace ya tiempo que España dejó de ser un país subdesarrollado o en vías de desarrollo y en los países desarrollados el peso de la agricultura en la economía es reducido, siendo el sector servicios el que más aporta al PIB. Así sucede también en Alemania, Francia, Italia, Portugal... en fin, en cualquiera de los países con los que nos equiparamos.
¿Cómo puede ser, entonces, que la página oficial de la UE cometa un desliz como éste? No lo acabo de entender, aunque leyendo lo que allí se escribe sobre otros países quizás pueda aventurar una hipótesis. De acuerdo con la UE, España es un país agrícola, mientras que Alemania "es la tercera economía del Mundo: produce automóviles, aparatos de precisión, equipos electrónicos y de telecomunicaciones, productos químicos y farmacéuticos, y mucho más (sic.) y Francia posee "una economía industrial avanzada y un sector agrícola eficiente". Bien, se trata en cualquier caso de descripciones inexactas, pues tanto en Alemania como en Francia el sector servicios es mucho más importante que el sector industrial; pero lo que me preocupa es lo que hay detrás de la redacción, y que no es otra cosa que un claro respaldo a los tópicos más rancios. Los alemanes son industriosos y desarrollados, Francia es también un país industrializado, pero mantiene aún un importante sector agrícola, que hay que calificar de "eficiente", supongo que para no confundirlo con el sector equivalente de países "menos desarrollados"; y España es una nación eminentemente agrícola. En el caso de Portugal no hay ninguna mención a su economía (¿será que para los burócratas de Bruselas no existe la economía portuguesa?).
Sorprende esta defensa de los tópicos en una institución como la Unión Europea; pero que nadie piense que es inocente. La Unión Europea no es más que un club de Estados, y cada uno intenta tomar posiciones en beneficio propio. La imagen que se tenga del país que uno representa o del que procede es más importante de lo que pudiera pensarse. Cuidado con estas imprecisiones aparentemente ingenuas, porque no son más que la superficie de un mar oscuro y peligroso.¿Cómo puede ser, entonces, que la página oficial de la UE cometa un desliz como éste? No lo acabo de entender, aunque leyendo lo que allí se escribe sobre otros países quizás pueda aventurar una hipótesis. De acuerdo con la UE, España es un país agrícola, mientras que Alemania "es la tercera economía del Mundo: produce automóviles, aparatos de precisión, equipos electrónicos y de telecomunicaciones, productos químicos y farmacéuticos, y mucho más (sic.) y Francia posee "una economía industrial avanzada y un sector agrícola eficiente". Bien, se trata en cualquier caso de descripciones inexactas, pues tanto en Alemania como en Francia el sector servicios es mucho más importante que el sector industrial; pero lo que me preocupa es lo que hay detrás de la redacción, y que no es otra cosa que un claro respaldo a los tópicos más rancios. Los alemanes son industriosos y desarrollados, Francia es también un país industrializado, pero mantiene aún un importante sector agrícola, que hay que calificar de "eficiente", supongo que para no confundirlo con el sector equivalente de países "menos desarrollados"; y España es una nación eminentemente agrícola. En el caso de Portugal no hay ninguna mención a su economía (¿será que para los burócratas de Bruselas no existe la economía portuguesa?).
Además, el tópico contribuye a la separación, al aislamiento. Quien se instala en el tópico se negará a interpretar la realidad de una manera diferente a la que le marca el tópico. El tópico no es más que un prejuicio y como tal contribuye a la ignorancia y profundiza en el desconocimiento. Si queremos construir Europa desterremos los tópicos y, ¡por favor! que la Unión Europea dé ejemplo.