Espadaler ha dicho que en Europa no se
entendería que el Gobierno no hiciera uso de los mecanismos de los que dispone
para el caso de una independencia unilateral de Cataluña.
¡Qué camino hemos recorrido en tres años!
En 2012 Mas amenazaba con Europa a la cerril España dando por sentado que desde
el extranjero se exigiría que el Gobierno permitiera un referéndum de
autodeterminación en Cataluña. Tanta seguridad hizo sospechar a no pocos que
algún tipo de pacto secreto entre potencias había ya sellado la independencia
de nuestra Comunidad. Yo mismo llegué a dudar. Se me hacía imposible pensar que
el soberanismo actuara con un desprecio tan grande hacia el Derecho
internacional, el Derecho de la UE y las reglas que rigen las relaciones
internacionales.
Sin embargo no había ningún acuerdo; tan
solo la ignorancia acerca de cómo se desenvuelve ese mundo en el que los
nacionalistas querían ubicarse como titulares de un Estado soberano. Durante
los años 2013 y 2014 se fueron sucediendo las declaraciones de líderes europeos
en el sentido contrario al pretendido por Mas: ni exigencias a España para que
permitiera un referéndum de autodeterminación ni complicidad con la
Generalitat. Por si fuera poco, el no rotundo a la pretensión de que una
hipotética Cataluña independiente se integrara en la UE desde el mismo momento
de su separación de España.
Y ahora ya se admite que lo que espera
Europa es, precisamente, que el Gobierno español ponga fin a este conflicto que
condiciona la vida política de España y, por tanto, de la UE. La Europa que se
esperaba que riñera a España aguarda impaciente… la aplicación del artículo 155
de la Constitución.
No lo digo yo, lo dice Espadaler, uno de
los asistentes a la Diada de 2012, la de “Cataluña, nuevo Estado de Europa”
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