viernes, 23 de junio de 2023

Sobre la hucha de las pensiones

El presidente del gobierno, señor Pedro Sánchez, nos llama la atención sobre la hucha de las pensiones a través de este tweet:


Es un tweet tramposo, tal y como comentaba ayer. En un primer vistazo, y como consecuencia de la utilización de los colores, parece que el PP se ha dedicado a vaciar esa hucha y el PSOE a llenarla; pero, en realidad, lo que está en azul marca lo que es, la evolución de la hucha desde su creación hasta la actualidad, y la parte en roja son especulaciones sobre lo que podría pasar entre este momento ¡y el año 2043!
Mezclar en la misma imagen la realidad y los sueños es tramposo; pero hacerlo jugando con unos colores que, en política, fácilmente se identifican con los dos principales partidos españoles bordea, por decirlo suavemente, lo que ahora se llama "fake news".

Pero ya que el presidente lo saca, creo que merece la pena echarle un vistazo al tema. Para eso lo primero es aprovechar de la gráfica del presidente lo que es real y separarlo de las ilusiones. Si hacemos eso lo que quedaría es lo que sigue:


Los colores se corresponden al partido de gobierno cada año. En aquellos en los hubo dos gobiernos se ha optado por el color del que más tiempo ejerció el cargo. Así en 2004, 2011 y en 2018 el color es el rojo porque gobernó más tiempo el PSOE que el PP.

Como puede verse, es un gráfico que no le viene excesivamente bien a Sánchez. Su gobierno son las últimas cinco columnitas en rojo, las que suponen la práctica eliminación de la hucha de las pensiones.

Quizás se pueda pensar que más de 2.000 millones de euros, que es lo que ahora hay en la hucha de las pensiones, no es "liquidarla". Dos mil millones de euros es mucho dinero; pero en relación al gasto de pensiones es una cantidad ridícula. Para hacerse una idea, si el 1 de enero tuvieran que empezar a pagarse las pensiones a cargo de la hucha, el día 5 de enero ya se habría agotado. Ese día los pensionistas recibirían unos 100 euros (para las pensiones más modestas) y unos 300 (para las más altas) y con eso se tendrían que arreglar hasta el año siguiente (lo que falta de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, hasta el siguiente uno de enero).
Por poner otra imagen: la relación entre la "hucha" y las pensiones; es la misma que habría entre una familia que gasta 18.000 euros al año (1.500 euros al mes) y tiene ahorrados 23 euros. De esto es de lo que estamos hablando.
No siempre fue así, en los mejores años de la hucha (en torno al año 2010) suponían una parte significativa del gasto en pensiones; pero en la actualidad, como digo, la hucha es ridícula por no decir prácticamente inexistente. En el siguiente gráfico pongo en relación el gasto en pensiones con la hucha de las pensiones.


Así pues, lo de sacar el tema de la hucha de las pensiones por parte del presidente del gobierno no es una idea excesivamente afortunada; pero como no hay nada malo de lo que no se pueda sacar algo bueno, nos permite reflexionar sobre el sentido de la hucha y su verdadero significado que, en la actualidad, como se ve, no excesivamente relevante.
Pero tiene también interés ver de dónde sale la hucha de las pensiones, porque así podremos entender de dónde podría venir ese hipotético crecimiento futuro que augura el señor Sánchez y que, sin embargo, no se desprende ni de sus políticas ni de los datos de los que disponemos. Pero para ello, como se acaba de decir, tenemos que ver de dónde viene el dinero de la hucha.

Lo primero es recordar algo que muchas personas ignoran: las pensiones que se están pagando ahora no vienen del ahorro de los pensionistas pasados. Es decir, las cotizaciones que en su día se hicieron no se fueron a esa "hucha" de las pensiones y de ella se saca lo que cobran los pensionistas cada mes. Lo que han cotizado los pensionistas actuales cuando trabajaban fue a pagar las pensiones de quienes estaban jubilados cuando los mayores actuales estaban empleados. Ese dinero que se cotizó en su momento se gastó, desapareció. Ya no existe.
Los pensionistas actuales cobran de lo que cotizan los trabajadores actuales. Esas aportaciones van dirigidas a pagar a los pensionistas de hoy en día. Lo que a los que trabajan se les descuenta cada mes del sueldo (del orden del 5% aproximadamente), más lo que cotizan los empresarios por este concepto (un 23% del salario de cada trabajador más o menos) es lo que permite que cada mes se paguen las pensiones de nuestros jubilados.
Hace más de 20 años, en una época de bonanza económica, resultó que las cotizaciones de los trabajadores excedían las pensiones que cada año había que pagar y surgió la idea de acumular el excedente con el fin de tener un fondo del que poder sacar en caso de necesidad.
Por supuesto, si el fondo fuera lo bastante grande sería posible que sus intereses pudieran pagar una parte de las pensiones. Es decir, el sistema estaría ayudado en su sostenimiento ya no por lo que se extrajera directamente de la hucha, sino por los intereses generados (esa es la lógica de los fondos soberanos); pero nunca se estuvo siquiera cerca de llegar a ese punto. Por hacerse una idea; para que los intereses del fondo permitieran sufragan un 25% del coste de las pensiones, sería necesario un capital de más de 600.000 millones de euros. Diez veces más de lo que acumuló la hucha en su momento de mayor esplendor.

Pero todo lo anterior son castillos en el aire, la realidad es que ahora mismo la hucha de las pensiones permitiría pagar éstas durante cuatro días, nada más.
Pero el presidente del gobierno nos muestra una gráfica según la cual esa hucha superará los cien mil millones de euros en veinte años.
¿Cómo piensa conseguirlo?
Tal y como explicaba un poco antes, la hucha se nutre con la diferencia entre las cotizaciones a la Seguridad Social de trabajadores y empresas y el coste de las pensiones. De esta forma, para que se produzca un sobrante que pueda ir acumulándose se puede intentar tanto reducir el gasto en pensiones como aumentar las cotizaciones o una combinación de ambas cosas.

En lo que se refiere a lo primero, la reducción del gasto en pensiones, la realidad es que no ha hecho más que aumentar, tal como muestra este gráfico:


Así que la única forma en que aumente la hucha, es que lo que se obtiene por las cotizaciones de los salarios aumente; pero para ello, a su vez, solamente hay dos vías. O aumentan los salarios o aumenta el porcentaje de la cotización. Obviamente, si hubiera más empleados que cobraran más, aún manteniendo el porcentaje actual de las cotizaciones (sobre el 28% del salario más o menos, teniendo en cuenta tanto la aportación directa del trabajador como la que tiene que aportar el empresario -y que, de facto, también recae, aunque sea indirectamente, sobre el trabajador) podría subir la cotización; pero si los salarios no suben no habría más vía para conseguir incrementar la hucha que elevar también los porcentajes de cotización.
Y los salarios no están subiendo. En las siguientes gráficas puede verse la evolución del salario medio nominal y del salario medio descontando inflación. Que los salarios descienden es una evidencia.


Así pues ¿cómo se va a llenar la hucha de las pensiones? El gasto en pensiones no va a disminuir (no parece, al menos) y los salarios no tiene pinta de que vayan a subir. Tan solo nos quedaría el resquicio de apuntar a un aumento de la ocupación. Es decir, si aumenta el número de trabajadores, incluso aunque los salarios se mantengan o disminuyan podrían ir aumentando las cotizaciones a la Seguridad Social; pero si vemos la evolución de horas trabajadas nos daremos cuenta de que éstas no están aumentando.
Me fijo en las horas trabajadas porque en los últimos años han aumentado los trabajos a tiempo parcial, por lo que contar simplemente el número de trabajadores no es suficientemente significativo. Dos trabajadores a tiempo completo cotizarán más que tres a media jornada. Es por eso que las horas trabajadas son un elemento probablemente más relevante que el número de trabajadores. Y ahora mismo esas horas son menos que hace quince años.


El resultado de lo anterior es que las cotizaciones a la Seguridad Social, han subido en los últimos años menos que el gasto en pensiones.



Como puede verse, la línea roja del gasto en pensiones está por encima de la línea azul de los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social, así que no es posible que la hucha de las pensiones se vaya llenando. Para que eso sucediera, la línea roja debería situarse por debajo de la línea azul. Que fue justamente lo que pasó entre los años 2003 y 2009, cuando la hucha de las pensiones fue creciendo.


Esta es la realidad. En la actualidad -y desde hace tiempo- el gasto en pensiones supera los ingresos en cotizaciones. En estas circunstancias no es posible que la hucha de las pensiones aumente. Los últimos años la han vaciado y ahora mismo no tiene ningún significado real.
Como no es previsible que el gasto en pensiones disminuya, y tampoco parece que el salario medio, rompiendo la tendencia de hace lustros, aumente significativamente, tan solo mediante un aumento del empleo que sea real, y no un simple incremento del número de contratos que no se traduce en un aumento del total de horas trabajadas o un incremento porcentual de las cotizaciones que haría que el dinero del que dispondrían los trabajadores actuales fuera todavía inferior al que ahora tienen haría posible aumentar la cuantía de lo que se ha denominado "hucha de las pensiones".
Creo que como país nos merecemos un debate serio y riguroso sobre estos tema, y no tweets como el que nos regalaba el presidente del gobierno hace unos días.

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